Los Lakers afrontan la temporada con sus hombres importantes en situaciones completamente distintas. Kobe Bryant no podrá afrontar el inicio del campeonato porque todavía se está recuperando de su delicadísima lesión en el tendón de Aquiles, más delicada aún para un jugador de 35 años; Pau Gasol parece llegar al partido inaugural plenamente recuperado de los problemas que aquejan a sus rodillas y ha hecho muy buena pretemporada; y Steve Nash anda achacoso y con severas limitaciones físicas siendo incluso duda su participación mañana en el partido ante los Clippers.
Por lo tanto, las buena noticias llegan de la mano de Pau Gasol, aunque todo indica que el español se va a encontrar muy solo en la pista en ese encuentro inicial ante los poderosos vecinos que son los Clippers.
Las palabras de Pau tras el entrenamiento de ayer domingo dejan claro que está bien. "Me siento mejor de lo que esperaba... estoy feliz por cómo me siento ahora mismo. Ahora es cuestión de ver cómo empezamos la temporada. Va a ser un comienzo exigente". Lo publica ESPN.
El de Sant Boi ha hecho una notable pretemporada. Ha sido Gasol el líder anotador de los Lakers con 13,7 puntos, que ha acompañado con 6,4 rebotes y 3,7 asistencias. Parece que el tratamiento al que se sometió este verano para limitar el daño físico que le causaba la tendinitis degenerativa de sus rodillas ha funcionado. Y también da la impresión de que su descanso estival, que incluyó la renuncia a la selección española, era más que necesario y ha surtido efecto.
Steve Nash es otra historia
Nubes mucho más negras se ciernen sobre la figura de Steve Nash. El base canadiense ya se perdió 32 partidos en su temporada de debut con los Lakers y en este su segundo año con la elástica angelina las cosas no pintan bien.
La pretemporada de Nash ha estado presidida por las limitaciones físicas que le han llevado a jugar sólo 18,4 minutos por partido para promediar 4 tantos y 3,6 asistencias. Está, aparentemente, a años-luz ya no del mejor Nash, sino de un Nash aceptable. La edad juega en su contra y las exigencias del equipo, también. Su situación podría derivar, incluso, en que no pueda jugar el partido inaugural ante Clippers.
El propio Mike D'Antoni ha reconocido su preocupación por el jugador que debe ser la extensión del entrenador en la cancha, por el jugador que conoce perfectamente qué ronda por la cabeza de D'Antoni.