Esta noche se ven las caras en el Staples Center Los Angeles Lakers y Minnesota Timberwolves. O lo que es lo mismo, se ven las caras el local Pau Gasol y el visitante Ricky Rubio con el boricua J.J. Barea como testigo.
El partido llega en un momento de máxima zozobra de juego para los dos internacionales españoles, que en sus respectivos 3 últimos partidos han hecho agua y han firmado algunas de sus peores estadísticas de siempre en la NBA.
Esas últimas actuaciones han dejado a Pau Gasol con una media de 12 puntos por encuentro en los 7 juegos que ha disputado y, lo que es peor, en un 35,2% de tiro de campo, una cifra lamentable para un pívot. Pero es que Rubio, tras sus malos partidos de los últimos días, se va a una media en 6 encuentros de 8,7 tantos y porcentajes del 28,1% en el lanzamiento de campo y el 23,1 en el triple.
La pesadilla de ambos se resume en dos series calamitosas: ¡Pau ha firmado un 4 de 22 en el tiro en sus 2 últimos partidos y Ricky ha hecho un 4 de 23 en los 3 últimos!.
El doble infierno de Gasol
Todo iba más o menos bien para Gasol hasta que empezó a flaquear ante Dallas (10 puntos) y se hundió en sus enfrentamientos ante Dwight Howard (2 puntos antes Houston) y Anthony Davis (sin anotar en la segunda parte Pau ante Pelicans).
En estos 2 últimos choques promedió 5,5 puntos con un 4 de 22 en el tiro, se le vio lento, impotente a veces ante el poderío físico de Howard y Davis y errático en el tiro.
En sus últimos 3 encuentros promedia el de Sant Boi 7 puntos y 10,3 rebotes, única faceta en la que no ha decaído. Está pasando días extraños y las críticas empiezan a arreciar.
Rubio se desinfla
En cuanto a Ricky Rubio, empezó muy bien: anotando más que nunca, lanzando con cierto criterio y pasando de forma brillante. Sin embargo, sus 3 últimos juegos ante Cleveland, Golden State y Dallas han sido un desastre.
En esos 3 compromisos ha promediado 5,7 puntos con un 4 de 23 en el tiro de campo. Y por si fuera poco su número de asistencias se ha desplomado para promediar en esos encuentros 5,3, un número inusual en él. Le salva que está defendiendo bastante bien en términos generales.
Lo que empezó bien, con un tiro mejor armado y una mayor precisión en el triple, ha acabado en una regresión a sus peores males con el lanzamiento. Suma por ahora un 16 de 57 en el de campo y un 3 de 13 en el triple, que contrastan con su 89,5% desde la línea de tiros libres. Ha de mejorar cuanto antes.