Carmelo Anthony asumió un riesgo que le puede pasar factura. El alero de New York Knicks decidió no operarse el hombro izquierdo una vez concluyó la pasada temporada para así poder afrontar el inicio de fase regular de la campaña 2013-2014.
Sin embargo, el no haber pasado por el quirófano puede acarrearle en el futuro un notable riesgo de recaída o de lesión seria en la parte afectada.
Melo ya se perdió partidos la pasada campaña al arrastrar un desgarro parcial en el hombro, pero finalmente optó por no operarse y esperar a que remitiera el dolor a través de una exigente rehabilitación a lo largo del verano.
Si se hubiera operado habría estado entre 4 y 5 meses sin jugar, se habría perdido la pretemporada y no habría llegado a tiempo de jugar la primera parte de la temporada regular.
"He preferido arriesgarme al no pasar por el quirófano y dejar que el dolor vaya remitiendo", ha reconocido la estrella de los Knicks, que ha explicado que ha realizado una rehabilitación y entrenamiento muy exigentes a lo largo del periodo estival para llegar bien a la pretemporada.