Rick Adelman no descansa. El técnico de Minnesota Timberwolves quiere que sus mejores jugadores abran su campo de habilidades a terrenos que no suelen explorar. Y dentro de esa expansión, de esa mejora, quiere que su máxima estrella, Kevin Love, pase más el balón.
Lo que Adelman desea de Love, que sea lo que en Estados Unidos se llama un facilitador, no es nuevo en los esquemas del veterano entrenador. Ya tuvo un gran facilitador en el poste en la figura de Vlade Divac, al que le tomó el relevo en aquellos grandes Sacramento Kings Brad Miller.
"Creo que es realmente importante que nuestros jugadores con más habilidades mejoren en muchas áreas", ha afirmado Adelman, que ha puesto como ejemplo a Kevin Love: "Puede ser un facilitador para los otros jugadores. Creo que puede ser un buen pasador y ahora hemos conseguido gente a la que poder pasar el balón", asegura en un artículo que publica CBS Sports.
Con ello, el técnico se refiere a que el equipo ha logrado fichar en los últimos tiempos a buenos tiradores, algo de lo que carecía en el pasado.
De este modo, Minnesota lograría una ofensiva más refinada a partir de una circulación más fluida en la que se aprovecharía el hecho de que las defensas rivales concentran su esfuerzo sobre Love, lo que le permitiría desahogar el juego desde el poste.
Love está de acuerdo
Love secunda la idea de su entrenador. Reconoce el jugador californiano que no va a conseguir ser tan brillante como Ricky Rubio en el pase, pero añade que quiere mejorar y que la mejora en esa faceta será más fácil teniendo al base español al lado.
Minnesota busca con todo esto mejorar su pobre balance de victorias. Sólo en la temporada de debut de Ricky Rubio el equipo se situó por encima del 50%, pero la lesión del base rompió el esquema triunfal del equipo.
Love, mientras, hizo espléndidas temporadas que le han valido 2 elecciones para el All-Star. En la campaña 2010-2011 promedió 20,2 puntos y 15,2 rebotes y en la siguiente se fue a 26 puntos y 13,3 capturas en los aros. La pasada fue un desastre al no estar nunca recuperado de su lesión y terminar nuevamente en el dique seco. Promedió 18,3 tantos y 14 rebotes pero sólo en 18 partidos y con malos porcentajes. Repartió 2,5 pases de canasta, 2 y 2,3 en las 3 campañas.
Sin embargo, todos esos números no se han traducido nunca en victorias para el equipo. Y eso debe cambiar.