Imagen para la esperanza para los aficionados de Boston Celtics. Su gran bandera de cara a la próxima campaña, Rajon Rondo, se dejó ver ayer miércoles en un entrenamiento público en el que se pudo apreciar una notable fluidez en sus movimientos.
Rondo llevaba en la rodilla derecha, la lesionada, una pequeña rodillera y en su trabajo se pudieron discernir algunos efectos de su prolongada lesión, pero lo mejor estuvo en comprobar cómo ha ido ganando en movilidad.
Esa buena imagen, sin embargo, no esconde nada más que eso, ya que su entrenador, Brad Stevens, se encargó muy pronto de hacer hincapié en que aunque se vea a Rondo cada día mejor, aún le queda recorrido de cara a regresar al juego.
El base estelar de los Celtics sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha el 25 de enero ante Atlanta Hawks después de experimentar una hiperextensión de la rodilla. Han pasado desde entonces 8 meses cuando el plazo normal para recuperarse de este tipo de daños se estima entre 9 y 12 meses.
El jugador de Boston acabó prematuramente la temporada pudiendo jugar sólo 38 encuentros. Eso sí, dejó su impronta en esos partidos al promediar 13,7 puntos y 11,1 asistencias.