Andrea Bargnani volvió a jugar al baloncesto. Fue ayer lunes en una pista de Greenburgh. Allí, junto a compañeros de su nuevo equipo, los Knicks, participó en un entrenamiento informal cuando queda apenas una semana para que el conjunto neoyorquino comience su pretemporada.
Según ha trascendido, al internacional italiano se le vio bien. Así lo ha atestiguado, por ejemplo, su compañero Raymond Felton, que en un acto organizado en Manhattan por la firma Under Armour afirmó que vio fuerte a Bargnani durante el partidillo que jugaron.
Bargnani tuvo que renunciar el Eurobasket 2013 por culpa de una neumonía, por lo que no le quedó más remedio que contemplar por la televisión cómo su selección completaba un gran inicio de torneo para desinflarse hasta acabar octava y quedar fuera del próximo Mundial.
El jugador romano fue traspasado este verano desde los Raptors a los Knicks, equipo en el que no tendrá la responsabilidad de ejercer como estrella y sí las aspiraciones de una escuadra ganadora, algo de lo que siempre careció en Toronto, donde completó una calamitosa temporada final.
El que fuera número 1 del Draft 2006 lleva ya 7 temporadas en la NBA sin que en ese tiempo haya cubierto las expectativas generadas en torno a él. Con los Knicks tiene contrato hasta el verano de 2015 y cobrará la próxima campaña 10,75 millones de dólares.