La Policía Estatal de Georgia detuvo ayer por la noche al entrenador de Atlanta Hawks, Mike Budenholzer, en pleno centro de Atlanta por conducir su vehículo bajo los efectos del alcohol. El técnico pasó algunas horas en comisaría antes de ser liberado tras pagar una fianza de 1.524 dólares.
Budenholzer circulaba en torno a las diez y media de la noche por la confluencia de 10th Street y Crescent Avenue, en pleno centro de la ciudad, cuando fue parado por una patrulla policial debido a que el coche del entrenador, un Audi A8, no llevaba puestas las luces traseras. Al acercarse a Budenholzer, los agentes pudieron comprobar que tenía los ojos inyectados en sangre y acuosos, así como un inequívoco olor a alcohol en su aliento.
El entrenador de los Hawks fue detenido y conducido a dependencias policiales, de las que no pudo marcharse hasta las tres y veinticuatro de la madrugada tras abonar la fianza correspondiente.
Budenholzer, de sólo 43 años, fue fichado en el mes de mayo por Atlanta tras haber permanecido 19 años en la disciplina de San Antonio Spurs, 17 de ellos como técnico asistente de Gregg Popovich.
Comunicado del técnico y su abogado
Horas después de la detención de Budenholzer, su abogado, Michael Hawkins, remitió un comunicado a los medios en el que aseguraba que su representado fue arrestado tras solicitar hablar antes con un abogado cuando fue requerido para someterse a un test de alcoholemia. Según Hawkins, la policía dio el alto al técnico por llevar rota una de sus luces de atrás y sin que hubiera cometido ninguna otra infracción de tráfico.
El abogado del entrenador de los Hawks asegura también que, una vez en comisaría, Budenholzer solicitó voluntariamente, tras consultar con un abogado, ser sometido a una prueba de alcohol tanto en aire como en sangre sin que su solicitud fuera atendida. Tras ser liberado, se dirigió él mismo a un hospital donde la prueba arrojó una concentración en sangre de menos de 0,01 (por debajo del límite legal de 0,08), aunque ya habían transcurrido varias horas desde su arresto.
Budenholzer, que carece de antecedentes penales de cualquier tipo, se ha declarado ante el tribunal no culpable del cargo de conducir bajo los efectos del alcohol. El técnico ha pedido disculpas a los Hawks y sus aficionados por la influencia negativa que pueda tener lo ocurrido, aunque ha asegurado que se defenderá de los cargos imputados.