Menos minutos en pista para llegar más fresco a los momentos decisivos de los partidos y poder ser un jugador aún más crucial en esos instantes en los que su equipo se lo juegue todo. Ése es el panorama que quiere dibujar el joven base Damian Lillard como líder de los Blazers la próxima temporada.
Lo dice en USA Today. Y es que no hay que olvidar que Lillard firmó una temporada de novato que le dejó exhausto. Jugó los 82 encuentros de la fase regular, todos como titular, y promedió 38,6 minutos por encuentro. Eso le situó como el jugador que más minutos jugó de toda la NBA (3.166) y el tercero por promedio, algo ciertamente inhabitual para un chico debutante. Eso sí, acabó merecidamente con el galardón de Novato del Año.
Eso estuvo muy bien, pero Lillard, un chico ambicioso, ya quiere más y ese más pasa por la mejora del equipo y poder llegar más entero a los momentos importantes. "A veces cuando estás en la pista tantos minutos tu cuerpo puede desgastarse", asegura el que fuera base de Weber State, que añade que "creo que puedo ser más productivo de lo que fui" jugando algo menos.
Lo cierto es que el equipo de Oregón se ha movido bien en ese sentido. Este verano ha buscado mejorar la profundidad de su banquillo y uno de los puestos que se ha reforzado es el de base. Así, Lillard tendrá a su espalda a un gran suplente como es Mo Williams y a un tercer base también con ciertas garantías como es Earl Watson, ambos contratados recientemente.
Ellos pueden ser el respiro que necesita Lillard y que no pudo tener la pasada campaña.