La próxima temporada se antoja muy importante para unos Clippers que han tirado la casa por la ventana este verano, dentro de lo que su economía y el carácter más bien cicatero de su dueño les permiten. Por eso, Chris Paul parece querer poner presión a su compañero Blake Griffin.
La renovación de Paul y la contratación de Doc Rivers para dirigir el equipo desde el banquillo han sido los dos movimientos más importantes, desde el punto de vista deportivo y económico, del equipo, pero no los únicos. Los Clippers han dado también mayor profundidad a su banquillo con la incorporación de jugadores como J.J. Redick, Jared Dudley o Darren Collison, entre otros. Todo ello para tratar de subir los escalones que les han faltado en las 2 últimas campañas para luchar por el título.
Paul es, a juicio de casi todos, el principal líder del equipo, pero el base quiere que sea Blake Griffin quien asuma también la responsabilidad y no ha dudado en señalarle como el hombre clave de la franquicia. “La gente puede decir que es joven, pero ha sido especial en esta liga, ha sido All-Star. Su voz tiene mucho peso y creo que nuestro equipo va donde Blake va”, ha asegurado Paul en una entrevista telefónica concedida a ESPN.
“Él es nuestro hombre y es lo suficientemente bueno para lograrlo”, ha afirmado Paul en unas declaraciones que halagan a su compañero al tiempo que intentan ponerle presión para que dé el paso adelante que el equipo necesita.
Los criterios de Paul y Griffin en lo que respecta a cómo debería jugar el equipo no siempre han coincidido en las 2 temporadas que llevan jugando juntos, pero ahora, tras compartir tiempo este verano por compromisos comerciales comunes, parece que la relación entre ambos se ha estrechado y han tenido la ocasión de unificar criterios.
“Ha sido un gran verano para nosotros”, ha contado el base, “Creo que ambos hemos tenido una oportunidad para crecer. Según te vas haciendo mayor, te das cuenta de que lo único importante es ganar y creo que los dos nos hemos dado cuenta de que nos necesitamos mutuamente para lograrlo”.
En pocos meses podremos comprbar si esta mayor compenetración declarada por Paul se refleja en la pista. Los Clippers han apostado fuerte por este dúo y por la dirección técnica de Rivers y si los resultados no llegan, habrá que ver hasta dónde llega la paciencia del imprevisible Donald Sterling, propietario del equipo.