El propietario de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, ha publicado en su blog un largo artículo en el que explica a los aficionados el porqué de las decisiones tomadas por la franquicia en los últimos años. Desde el desmembramiento del equipo campeón de 2011, hasta los fichajes de este verano.
Cuban hace en su escrito un largo repaso de la trayectoria del equipo desde la temporada 2010-11, un año en el que pocos esperaban que los Mavericks llegaran lejos, pero terminaron siendo campeones, hasta el verano actual y las nuevas incorporaciones, entre las que está el base español José Manuel Calderón.
En el texto, el dueño de los Mavs justifica el porqué de una de sus decisiones más discutidas, la no renovación de la mayor parte de los jugadores que participaron en la consecución del anillo de 2011. Cuban reconoce que la inesperada consecución del título y el cierre patronal de la liga decretado poco después, y que se prolongó hasta el mes de diciembre, trastocaron sus planes, enfrentándoles al dilema de renovar o no a un puñado de jugadores veteranos cuyos contratos habían sido planificados previamente para expirar ese verano.
Cuban reconoce que en el seno del equipo había “preocupación por mantener un equipo más veterano en una temporada condensada”, como lo fue la 2011-12, ante el riesgo de que no pudieran rendir al mismo nivel jugándose partidos prácticamente a diario, en una temporada que en la franquicia daban por perdida, y, sobre todo, quedar “atrapados con un equipo envejecido y sin posibilidad de hacer grandes cambios en la plantilla”. Con ese razonamiento, “tomamos la decisión de quedarnos con los jugadores que teníamos bajo contrato”, explica.
Nowitzki y la cultura del equipo
En su larga reflexión, Cuban también se adentra en lo que considera unos de sus principales objetivos en los últimos años, lograr jugadores que encajen en la cultura de los Mavs, un modo propio de entender las cosas que intenta construir a semejanza de lo logrado con gran éxito por sus vecinos de San Antonio, aunque él no los mencione.
El máximo representante de esa cultura no es otro que la gran estrella del equipo, el alemán Dirk Nowitzki. “Nuestra cultura es una de las razones por las que no traspasaré a Dirk”, asegura un Cuban que no escatima elogios para el jugador germano. Cuban tiene claro que “cuando los Mavs han incorporado a jugadores que no encajan o se adaptan a nuestra cultura, se han creado problemas dentro y fuera de la pista. Es posible hacerse cargo de un hombre que tal vez no encaja, pero va a haber un impacto negativo en tu récord de victorias y derrotas si tienes más de uno”.
Para Cuban, Nowitzki es la gran referencia, el hombre que “marca la pauta”, según sus propias palabras, a la hora de definir la que debe ser la cultura, la forma de actuar del equipo. “Trabaja tan duro, si no más duro, que cualquiera. Esa mentalidad. Esa falta de egoísmo. Su ética de trabajo es algo que quiero que permanezca aquí mucho después de que él se retire”, explica respecto a Dirk.
Howard, el verano de 2014 y más allá
También habla Cuban de las decisiones tomadas este verano. Reconoce que el objetivo era “ir a por un gran agente libre”. A juzgar por sus palabras, Chris Paul era la primera opción del equipo, pero tras decidir renovar por los Clippers, los Mavs se centraron en Dwight Howard, pese a que “le veíamos en cierta manera como un riesgo”.
Y es que en Dallas no tenían claro que Howard -al que Cuban describe como “mucho más inteligente de lo que la gente piensa” y del que cuenta que, al ser preguntado por cuál era su objetivo, su respuesta fue “quiero ser épico”- encajara en la “cultura de los Mavs”. Sin embargo, tras hablar con él “creíamos que podría funcionar”, asegura Cuban, aunque finalmente el jugador eligió a los Rockets.
La intención inicial de los Mavs era contratar un gran agente libre para tener un equipo competitivo este año y el verano que viene, rodearle de los jugadores necesarios para ser campeón. Es decir, era un proyecto a 2 años. Tras fracasar en la contratación de Howard y Paul, los Mavs decidieron invertir sus planes.
Por eso, este verano se han centrado en añadir a la plantilla jugadores de nivel que encajen en la filosofía del equipo y en el sistema de su técnico, Rick Carlisle. La idea es conseguir un equipo que funcione como tal y se sitúe entre los mejores, para poder, la temporada que viene, añadir con más facilidad las piezas necesarias para aspirar al título. “Nos ha perjudicado no tener creado un núcleo de jugadores que los agentes libres vean como compañeros con los que querer jugar. Eso no debería ocurrir el año que viene”, razona Cuban.
Lo que sí tiene claro el dueño de los Mavs es que la estrategia del equipo no va a ser la de muchos de sus rivales: dejarse caer a las últimas posiciones para tratar de reconstruir a través del draft. Una estrategia demasiado popular a juicio de Cuban, lo que, en su opinión, dificulta su éxito y “crea oportunidades para aquellos que han seguido un camino diferente”. Esas oportunidades, son las que quiere aprovechar Cuban para devolver a los Mavericks a lo más alto de la liga.