Un soplo de optimismo recorre la cabeza de Channing Frye y el vestuario de Phoenix Suns. Y es que el pívot del conjunto de Arizona podría retomar la práctica deportiva tras permanecer una temporada entera en el dique seco por culpa de un serio problema cardíaco.
Al menos, eso se deduce de lo publicado por The Arizona Republic. El general manager del equipo, Ryan McDonough, se muestra esperanzado: "Somos optimistas", asegura.
Los informes médicos hablan de un posible regreso la próxima temporada, tal y como ha revelado el propio jugador, que no esconde su ilusión por volver a las pistas.
Frye, un pívot de 30 años con 7 temporadas de experiencia en la NBA, se llevó un varapalo tremendo al saber tras un reconocimiento médico que sufría una cardiomiopatía dilatada, una dolencia consistente en una hipertrofia cardíaca que implicaba una dilatación progresiva del corazón que disminuye la capacidad de bombear la sangre con eficacia. El problema era muy serio y Frye tuvo que aparcar su carrera deportiva y retirarse temporalmente.
Ahora, podría regresar para aportar, no se sabe en qué medida, al juego de su equipo. Frye se ha caracterizado siempre por ser un pívot con más propensión al tiro exterior (un 39% desde el triple en su carrera) que a fajarse en los aros. En los 500 partidos que ha jugado en la NBA con New York, Portland y Phoenix ha promediado 9,7 puntos y 5,2 rebotes.