Los Warriors han decidido hacer sitio en una plantilla sobrecargada tras las últimas incorporaciones y han decidido prescindir de 3 jugadores cuyos contratos no estaban garantizados. Se trata del base Scott Machado, el pívot Dwayne Jones y el escolta Kevin Murphy.
Los 16 jugadores bajo contrato con que contaba Golden State tras las últimas incorporaciones le parecían un número excesivo a la franquicia, que ha preferido equilibrar su plantel y afrontar con una mayor flexibilidad lo que queda de verano y la próxima pretemporada, haciendo hueco para futuras incorporaciones.
Sólo el escolta Kent Bazemore se ha salvado por ahora de entre los jugadores de la franquicia cuyos contratos no estaban garantizados. Los otros tres, Machado, Jones y Murphy, han sido cortados por el conjunto de la bahía de San Francisco.
Jones había sido firmado con la pasada temporada regular ya finalizada y sólo tuvo tiempo de participar brevemente en 2 partidos de playoff. De no ser despedido antes del 1 de agosto, la franquicia habría tenido que asumir los 1,1 millones de dólares que el pívot tenía comprometidos para la próxima temporada.
El caso de Machado era similar. Llegó en los últimos días de temporada y sólo le vimos con los Warriors ya en playoffs, donde apareció en 5 partidos aunque apenas totalizó 8 minutos de juego. Antes, había participado en 6 encuentros de temporada regular con Houston Rockets.
El último despedido, Kevin Murphy, había llegado a los Warriors este mismo verano, procedente de Utah, como parte de la operación de descarga de salarios que los californianos cerraron con los Jazz para facilitar la posterior contratación de Andre Iguodala. El año pasado le pudimos ver vistiendo la camiseta de los Jazz en 17 encuentros en los que su papel fue muy residual.