Golpe de efecto en el mercado NBA. Cuando todo el mundo estaba pendiente de la decisión de Dwight Howard, Golden State Warriors, uno de los equipos que aspiraba a contratar al pívot, ha anunciado un acuerdo por 4 temporadas y 48 millones de dólares con Andre Iguodala.
El alero de los Nuggets era uno de los grandes agentes libres del mercado y tenía ofertas de otros equipos mejores en lo económico, incluida la de renovación de Denver, pero ha decidido aceptar el contrato ofrecido por los Warriors al considerarlo un equipo con más posibilidades de estar arriba en la clasificación.
Para crear el espacio salarial necesario para la contratación de Iguodala, los Warriors han tejido una operación de intercambio realmente sorprendente con Utah Jazz. Andris Biedrins, Richard Jefferson y Brandon Rush, cuyos contratos expiran el próximo verano, se irán a Salt Lake City.
A cambio, Utah envía el intrascendente contrato no garantizado de Kevin Murphy a los Warriors, pero, sobre todo, obtiene en la operación 2 futuras primeras rondas de draft cedidas con por Golden State, la que le corresponderían en 2014 y 2017, y 24 millones de dólares en contratos que se convertirán en espacio salarial el próximo verano, lo que sitúa a los Jazz en una inmejorable posición de cara al mercado de la temporada 2014-15.
Pese a la contratación de Iguodala podría indicar lo contrario, no es seguro que Golden State esté fuera de la carrera por hacerse con Howard. Según diversas fuentes, con la adquisición de Iguodala como apoyo para que el pívot les elija a ellos, podrían estar tratando de negociar un acuerdo de ‘firma y traspaso’ con los Lakers para dar entrada a Howard.
Los Warriors podrían envíar a Andrew Bogut y Harrison Barnes a los Lakers a cambio del pívot, pero no está claro que los Lakers estén por facilitar una operación que convertiría en un contrincante más que serio a un rival directo no sólo de su propia conferencia, sino de su misma división.