El cuerpo y la mente le piden un respiro. También su familia. Por eso, Pablo Prigioni ha comunicado al seleccionador argentino, Julio Lamas, que no va a poder representar a su país en el próximo Premundial de Caracas.
La renuncia de Prigioni descansa en dos pilares. El primero es la durísima temporada que ha tenido que afrontar en la NBA, competición muy exigente, más aún para un jugador de 36 años, que le ha llevado a disputar 89 encuentros con los Knicks en el curso: 78 de los 82 de fase regular y 11 de playoffs. El segundo pilar es la familia, ya que a esa exigencia máxima se ha unido el estar lejos de los suyos durante bastante tiempo. Su familia quiere tenerle cerca y el quiere tener cerca a sus seres más queridos. Algo completamente lógico.
Lo malo para Argentina es que la baja de Prigioni se une a las ya consabidas de Manu Ginóbili, que todavía anda en plena competición, y el ex NBA Andrés Nocioni, entre otros. Además, el jugador de Houston Rockets Carlos Delfino tiene complicadísimo acudir, puesto que está rehabilitándose de una lesión de larga duración y no parece que le vaya a dar para estar en Venezuela del 30 de agosto al 11 de septiembre.
De este modo, el NBA Luis Scola se queda un poco huérfano en el seleccionado albiceleste, que ante las bajas que presentará afrontará como un auténtico reto el intento de clasificación para el Mundial de España de 2014.