Kobe Bryant no tendrá que pasar el mal trago de verse enfrentado en los tribunales con sus propios padres. La estrella de los Lakers ha llegado a un acuerdo con la empresa que pretendía subastar muchos de los objetos que el jugador había cedido a sus progenitores como recuerdo.
El conflicto entre Bryant y la casa de subastas Goldin Auctions suponía pelear de forma indirecta en los tribunales contra sus padres, Joe y Pamela Bryant, pues eran ellos quienes habían ofrecido los objetos a Goldin para su venta a cambio de una sustancial cantidad de dinero.
El jugador, a través de sus abogados, se opuso a la venta alegando que la propiedad de los objetos seguía siendo suya y que sus padres carecían de poder de disposición sobre ellos, lo que motivó que la casa de subastas acudiera a los tribunales para sostener la validez de su acuerdo con los padres de Kobe. Un acuerdo por el que adelantó a los Bryant 450.000 dólares, un dinero que los padres de Kobe pretendían emplear para comprar una casa en Las Vegas (Nevada).
Finalmente, ambas partes han llegado a un acuerdo extrajudicial que evitará que tengan que verse la cara en los tribunales y que el público y los medios asistieran al poco edificante espectáculo de ver a la familia Bryant enfrentada en la sala del tribunal.
Como resultado del acuerdo, Goldin Auctions podrá vender algunos de los objetos de la discordia. Serán menos de un 10% de los previstos inicialmente, pero entre ellos algunos de gran valor. Parte de lo que se obtenga en la subasta será donado a obras de caridad.
Entre los objetos que Goldin Auctions podrá vender están dos de las camisetas que Kobe vistiera en su etapa en el instituto Lower Merion y dos anillos de campeón correspondientes a las Finales del año 2000, reproducciones que el jugador regaló a sus padres tras lograr su primer título de la NBA.
Tras alcanzar el acuerdo, los padres del jugador han emitido un comunicado en el que piden disculpas por “nuestras acciones y declaraciones en relación a la venta de los recuerdos de Kobe Bryant” y por “cualquier malentendido o daño sin intención que hayamos causado a nuestro hijo”, al que agradecen “el soporte económico que nos ha dado a lo largo de los años”. También piden disculpas a Goldin Auctions por “haberse visto involucrados sin quererlo en todo este asunto”.