Jason Terry acaba de pasar por el quirófano. El jugador de Boston Celtics decidió operarse la rodilla izquierda una vez los informes de los servicios médicos de su club aconsejaron que lo hiciera para poder afrontar con todas las garantías la próxima temporada.
El problema del veterano jugador radicaba en una plica sinovial en su rodilla izquierda, un pliegue congénito de la cápsula sinovial que le provocaba irritación e inflamación en la rodilla al quedar pinzada la cápsula entre la rótula y el fémur.
Una vez intervenido mediante técnica artroscópica, Terry ha empezado de inmediato a trabajar en su rehabilitación, que incluye ejercicios en una cinta antigravedad.
La situación parece perfectamente controlada si nos atenemos a la impresión que ha dejado el presidente de Operaciones de Baloncesto de Celtics, Danny Ainge, que ha asegurado que el jugador se encuentra en buen estado. "Le he visto hoy y estaba muy bien", ha afirmado Ainge.
Terry, de 35 años, ha completado una decepcionante temporada de debut en los Celtics, donde ha promediado en temporada regular 10,1 puntos y 2,5 asistencias en 79 partidos.