LeBron James subió anoche un peldaño más en su particular ascensión por la escalera que va al Olimpo baloncestístico. Porque la estrella de Miami logró aunar ante Indiana una doble circunstancia que jamás había logrado un jugador de la NBA en playoffs.
Nadie anteriormente había sido capaz de hacer un triple-doble y una canasta ganadora sobre la bocina en un partido de postemporada. Esto es lo que se llama redondear un gran partido o poner la guinda al pastel.
James finalizó el choque con 30 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias y metió sobre la bocina el 103-102 que dio la victoria en la prórroga a Miami sobre Indiana.
El jugador de Heat anotó 2 canastas en los últimos 10 segundos del tiempo extra siendo la pieza clave para que Miami se haya adelantado 1-0 en las Finales de la Conferencia Este.