La estrella de los Knicks de Nueva York, Carmelo Anthony, ha terminado la temporada bastante tocado físicamente, con molestias tanto en el hombro izquierdo como en la rodilla derecha. Aun así, en el equipo confían en que no sea necesario pasar por el quirófano.
El hombro de Melo, que le ha estado molestando desde el quinto partido de la serie contra Celtics, será reexaminado por los médicos del equipo en los próximos días para determinar el alcance exacto de la lesión. En la franquicia, confían en que el problema no sea serio y baste con descanso y tratamiento para su recuperación de cara a la próxima temporada, evitando una posible intervención quirúrgica.
Otro tanto ocurre con su rodilla derecha, drenada hace 2 meses debido a la presencia de fluido en la articulación. Fuentes de la franquicia aseguran que, desde entonces, el estado de la rodilla de Anthony ha mejorado y, en principio, se ha descartado la necesidad de llevar a cabo una artroscopia sobre la misma.
Anthony ha sido este año el máximo anotador de la NBA y los Knicks terminaron como segundos de la temporada regular en la Conferencia Este, aunque no han podido llegar a la final de conferencia tras caer eliminados por los Pacers en segunda ronda.
Aunque el jugador no ha querido hacer de sus problemas físicos una excusa, lo cierto es que sus porcentajes de tiro durante los playoffs han estado sensiblemente por debajo de los que firmó en la temporada regular, aun cuando ha mantenido prácticamente el mismo promedio anotador con el que finalizó la campaña.