Utah se quedó por el camino tras perder en Memphis, lo que restó dramatismo al Lakers-Rockets que acabó, eso sí, con victoria local en la prórroga con un triple-doble monstruoso de Pau Gasol, autor de 17 puntos, 20 rebotes y 11 asistencias tras una enorme segunda parte.
Pau Gasol, Dwight Howard y Steve Blake formaron el trío sobre el que Lakers cimentó su triunfo sin Kobe Bryant y Steve Nash, un triunfo que pasaportó a los angelinos hasta la séptima posición para enfrentarse en playoffs a Spurs y evitar a Thunder, que se medirán con los Rockets de Carlos Delfino y Francisco García. En Houston, anoche, James Harden fue el máximo anotador, pero el jugador clave fue Chandler Parsons, que llevó el partido a la prórroga con un triple sobre la bocina.
La victoria de Memphis sobre Utah había dado tranquilidad al equipo de Los Ángeles. Liderados por Zach Randolph, los Grizzlies buscaron el factor cancha en playoffs que no obtuvieron. Se enfrentarán a Clippers con desventaja de campo. En Utah, esfuerzo en solitario de un gran Al Jefferson.
Además, Golden State se aseguró la sexta plaza del Oeste ganando en Portland. De nada sirvieron los 30 puntos y 21 rebotes de un feroz LaMarcus Aldridge. El visitante Stephen Curry se convirtió en el jugador que más triples ha anotado en una temporada: 272.
Finalmente, Toronto derrotó con claridad a Boston en un partido sin trascendencia alguna.
L.A.Lakers 99 Houston 95 (tras prórroga)
Si Utah hubiera ganado en Memphis, el final de partido en el Staples Center hubiera provocado que a más de un Laker se le hubiera parado el corazón. Afortunadamente para la afición local, eso no sucedió. Los Lakers salieron con mucho peso quitado de encima al conocer la victoria de los Grizzlies, un triunfo que les aseguraba de antemano su presencia en los playoffs, un triunfo que borró de un plumazo el tremendo dramatismo que se respiraba en la cita Lakers-Rockets.
Fue aún así un final impresionante. Bello, emocionante, digno de ser el colofón de la temporada regular. Y fue un final para reivindicar la figura de Pau Gasol, que ha logrado su mejor rendimiento de la temporada en su parte final, que ha dado un paso al frente tras la lesión de Kobe y que ha firmado 2 triples-dobles en sus 3 últimos partidos. El de anoche, monumental tras lograr 16 rebotes y 10 asistencias entre la segunda parte y la prórroga del partido. Porque tras el descanso Pau fue el auténtico timón del equipo.
Acabó el español con 17 puntos, 20 rebotes y 11 asistencias, algo más que un triple-doble normal, tan algo más, que nadie hacía números semejantes en los Lakers desde que un tal Kareem Abdul-Jabbar se marcó un partidazo de este calibre en 1978.
Pero más allá del memorable partido de Pau, ha habido otros 2 jugadores muy criticados que se han reivindicado en este final de campaña: Steve Blake y Dwight Howard. Blake volvió a marcarse un partidazo, sin esconderse, sin que le importara terminar con un 6 de 20 en el tiro, porque aportó mucho al equipo, tanto con 24 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 4 triples. Enorme. Y Howard porque dio a los Lakers el punto defensivo adecuado en la segunda parte para acabar con 16 tantos, 18 rebotes, 4 tapones y 3 robos. Porque no hay que olvidar que los Lakers crecieron en la segunda parte a medida que su defensa creció y se aproximó más a la defensa estupenda ofrecida ante Spurs. Además, 16 puntos desde el banquillo de Antawn Jamison e importancia puntual de Jodie Meeks en momentos importantes.
Houston no pudo aprovechar las urgencias de Lakers porque éstas desaparecieron con la derrota de Utah y tampoco supo leer bien los 2 finales de partido, el del cuarto cuarto y el de la prórroga. Sólo una genialidad de Chandler Parsons evitó su derrota en la última jugada del tiempo reglamentario. Atacaron los Rockets 3 abajo (90-87), defendió muy bien el equipo local, atacaron de forma desvencijada y atolondrada los visitantes, que estuvieron a punto de perder el balón de forma permanente en la jugada, pero llegó Parsons y se marcó un triple frontal sobre la bocina para llevar el partido al tiempo extra.
Parsons (23 puntos) fue de lo mejor del equipo. James Harden, claro está, fue el motor visitante con 30 tantos y 8 rebotes, aunque acabara con 8 de 25 en el tiro y no gestionara demasiado bien los finales de partido. Jeremy Lin, mientras, se apagó de forma fulminante cuando el choque llegó a su máxima exposición al riesgo. Y los Rockets se las verán con OKC. O lo que es lo mismo, el morbo Thunder vs. Harden está servido.
Mal los hispanos de Rockets. Delfino estuvo desconocido: 0 puntos en 15 minutos. Y Cisco García no tuvo mucha acción: 4 tantos en 9 minutos. Y los Lakers se impusieron pese a meter sólo el 36,7% de sus tiros. Lo hicieron gracias al dominio del rebote del dúo Gasol-Howard, su mejora defensiva en la segunda mitad y su fe en el colectivo ausente Kobe.
Memphis 86 Utah 70
Utah tenía que ganar para aspirar a meterse en los playoffs y todo lo que hizo fue terminar con la peor anotación de toda la temporada, sólo 70 puntos, tras meter el 32% de sus tiros. Son números indignos para un pasaporte a la postemporada. Por eso, el equipo de Tyrone Corbin se quedó por el camino.
Es cierto que Memphis podría haber adoptado una actitud de conformarse con lo que tenía y reservar a sus estrellas, pero no lo hizo. Apuró Lionel Hollins las pocas opciones que tenían los suyos de buscar el factor cancha en la primera ronda y presentó a sus mejores hombres aunque sólo fuera por dignidad, por elegancia competitiva cuando otros 2 equipos -Lakers y Utah- se jugaban tanto.
Y con todos en liza, Memphis demostró por qué ha sido la sensación defensiva del año. En el tercer cuarto, los Grizzlies se pusieron las pilas, dejaron en 13 puntos a los Jazz y presentaron sus credenciales al triunfo. Mientras, los Jazz llegaron con un halo de esperanza a los 5 últimos minutos del partido. Perdían por 10 puntos (75-65). Todavía tenían alguna opción. Pero llegado el momento en el que cada jugador demuestra la pasta de la que está hecho... mostraron sus limitaciones como equipo.
Al Jefferson estuvo demasiado solo. El pívot visitante se marcó otro partidazo con 22 puntos y 16 rebotes, pero ningún compañero llegó a anotar 10. Mo Williams hizo un 3 de 13 en el tiro, Randy Foye se fue a un 1 de 9, Paul Millsap decepcionó, Gordon Hayward anduvo gris... sólo la ayuda reboteadora de Derrick Favors merece ser contada.
Memphis, mientras, se tenía que conformar con el quinto puesto del Oeste y con no tener el factor cancha en su serie contra Clippers. Eso sí, en una temporada que ha sido la mejor de la historia de la franquicia con 56 triunfos. En este triunfo 56, brutal Zach Randolph con 25 puntos y 19 rebotes. Mike Conley sumó 14 tantos y Darrell Arthur jugó buenos minutos. El que, sin embargo, no fue de gran ayuda a su hermano Pau fue Marc Gasol, autor de 4 puntos, 7 rebotes y 5 faltas personales en 27 minutos. Porque hay que recordar que Pau Gasol vio cómo su ex equipo, los Grizzlies, le hacía un grandísimo favor años después de dejar su disciplina.
Portland 88 Golden State 99
Los que no fallaron fueron los Warriors. Ganaron en el Rose Garden para asegurar la sexta plaza y verse las caras en la primera ronda de playoffs con Denver Nuggets y no con San Antonio Spurs.
Golden State dio un salto cuantitativo en su ofensiva en el último cuarto al anotar 33 puntos que le dieron un buen colchón en la recta final. De hecho, el equio de Mark Jackson vivió un cuarto cuarto tranquilo, sin sobresaltos, con comodidad en el marcador.
Klay Thompson lideró el triunfo con 24 tantos y 5 triples junto a David Lee, que hizo 20 con 10 rebotes y 3 robos. Pero los focos se quedaron con Stephen Curry, que con los 4 triples que anotó llevó la mejor marca de triples en una temporada a 272. Porque Curry batió el récord histórico que estaba en poder de otro triplista excelso, Ray Allen. El triple con el que rompió el registro de Allen llegó mediado el segundo cuarto.
Portland culminó con la derrota un final de temporada calamitoso plagado de miserias. No valió en esta ocasión el partido descomunal de Aldridge, que despidió la temporada a lo grande, con 30 puntos, 21 rebotes y 3 tapones. Todo lo contrario que el español Víctor Claver, que fue titular, disputó 34 minutos y no anotó, fallando sus 4 tiros. El novato Damian Lillard sumó 21 puntos y Will Barton, 15 con 7 rebotes y 4 pases de canasta.
Victoria clara de Toronto ante Boston
Partido completamente intrascendente en el Air Canada Centre, pero con carga de emotividad al ser el primero que jugaban los Celtics tras el atentado perpetrado en Boston. Ninguno de los contendientes se jugaban nada y Doc Rivers reservó a Kevin Garnett y Jason Terry, a la par que daba sólo 14 minutos de juego a un Paul Pierce que metió 11 puntos.
Este grado de desafectación permitió a Toronto ganar fácil. Tras llegar al descanso por delante (59-49), el equipo canadiense cerró el encuentro en un gran tercer cuarto en el que le endosó un 37-21 a Boston bajo el liderazgo de DeMar DeRozan, que metió 13 de sus 24 puntos en ese tercer acto. Al final, 114-90. Un contundente varapalo para unos Celtics sin interés.
DeRozan fue ejemplo del gran acierto local desde el triple al meter 3 de 3. Pero también lo fue Rudy Gay, que hizo una serie de 4 de 6 y acabó con 19 puntos y 9 rebotes. El lituano Jonas Valanciunas logró 18 tantos y 7 rechaces y Alan Anderson fue el mejor de la segunda unidad. Los Raptors acaban con 34 victorias como novenos del Este.
Boston, mientras, finaliza con un 41-40, ya que sólo jugó 81 partidos como consecuencia del atentado. Anoche, su máximo anotador fue Jordan Crawford con 16 tantos. Ahora, a los Celtics le esperan los Knicks. Un clásico bien atractivo.