Los Knicks no levantan cabeza con sus hombres altos. Ante la tremenda plaga de lesiones que acechan a sus jugadores interiores, los neoyorquinos tenían anoche una buena noticia, el regreso a las pistas de Rasheed Wallace. Pero la buena noticia se trocó en sonora decepción.
Wallace llevaba sin jugar desde el 13 de diciembre. Nada menos que 4 meses sin competir. Por eso, todo eran buenas caras cuando saltó a la cancha en el Charlotte-New York. Sin embargo, el en principio recuperado pie izquierdo del jugador no le dio ni para completar 4 minutos de estancia en pista. Concretamente, Sheed estuvo en acción 3 minutos y 50 segundos antes de retirarse al sentir dolor en el pie lesionado.
"Me pidió salir y yo lo puse", dijo tras el partido su entrenador, Mike Woodson. El encuentro con los Bobcats no requería compromiso alguno. Los Knicks no se jugaban nada, Woodson dio descanso a sus mejores jugadores y era, por lo tanto, el marco ideal para probar a Wallace, pero la prueba fue un horror.
El que fuera 4 veces All-Star apenas pudo anotar 2 puntos tras lanzar 3 veces a canasta. Ése fue todo su bagaje en su regreso.
Rasheed Wallace, de 38 años, regresó esta temporada al baloncesto recalando en los Knicks y no lo hizo nada mal en el arranque de temporada. De hecho, en los 20 partidos jugados antes de lesionarse se había movido en buenos números a pesar de tener un tiempo limitado en pista. Wallace había completado una buena actuación ante Brooklyn Nets y también lo estaba haciendo bien ante Los Angeles Lakers cuando el 13 de diciembre se rompió.
Esta temporada ha jugado 21 encuentros en los que ha firmado 7 puntos y 4 rebotes en 14 minutos. Cifras que no estarían mal si no hubiera desaparecido del mapa en diciembre. Y ahora tiene pinta de que esa desaparición se puede prolongar.
El jugador será evaluado en las próximas horas para ver si se trata de un dolor sin más o de si estamos ante una recaída de su lesión.