Kevin Love despedirá la temporada desde la mesa de operaciones. La estrella de los Timberwolves de Minnesota se someterá a una artroscopia en la rodilla izquierda y, definitivamente, no jugará más este año. Un año realmente desastroso para él.
La operación a la que será sometido Love se considera un procedimiento menor, según ha anunciado el equipo, y tiene como objetivo eliminar restos de tejido cicatrizado que estarían en el origen de las molestias que el jugador sufre en la articulación. El tiempo de recuperación se estima entre 4 y 6 semanas.
La decisión de pasar por el quirófano pone fin a las esperanzas que aún existían en la franquicia de que el jugador tomase parte en los últimos encuentros de la temporada regular, aunque eran muchos los que apostaban por que no veríamos más a Love este año tras los sucesivos problemas físicos que ha sufrido.
Love se rompió la mano derecha en pretemporada, mientras se ejercitaba en su casa, y se perdió buena parte del inicio de la misma. Su regreso a las pistas duró poco. Tras 18 partidos, a principios de enero, volvió a fracturarse el mismo hueso de la mano y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Desde entonces, no ha vuelto a jugar.
Los promedios de Love en los 18 partidos que pudo disputar fueron de 18,3 puntos y 14 rebotes, pero sus porcentajes de tiro (35% en tiro de campo y 21% en triples) estuvieron muy lejos de los habituales, una señal de que su mano de tiro nunca llegó a estar plenamente recuperada. Ahora, jugador y franquicia sólo desean que éste sea su último paso por el quirófano y que pueda estar recuperado al 100% de todas sus dolencias de cara a la próxima campaña.