Minnesota Timberwolves sigue recuperando jugadores cuando su situación en la tabla clasificatoria ya no tiene remedio. Si hace escasas fechas rescataba a Nikola Pekovic y Andre Kirilenko de lesiones menores, anoche recuperó a un lesionado de larga duración: Chase Budinger.
Budinger volvió al juego tras permanecer más de 4 meses sin jugar. Concretamente desde que el 10 de noviembre se lesionara el menisco de la rodilla izquierda en el partido que su equipo disputó contra Chicago Bulls.
El número 10 de los Wolves sólo ha disputado esta temporada 7 encuentros en los que promedió 11,4 puntos. Nada que ver su campaña en blanco con la regularidad, tanto en presencia en pista como en rendimiento, durante los 3 años que pasó en Houston Rockets.
La mala suerte se cebó en noviembre con Budinger al igual que se ha cebado durante toda la temporada con Minnesota. El alero formado en Arizona venía de completar un partidazo el 9 de noviembre ante Indiana con 18 puntos y canasta ganadora en el último segundo. Pues bien, 24 horas después se hacía trizas la rodilla.
Anoche, Budinger, de 24 años, volvió a vestirse de corto y no se le vio nada mal. Jugó 17 minutos y 30 segundos, anotó 9 puntos y capturó 4 rebotes en la derrota ante los Kings.
Minnesota aún tiene en el dique seco a su gran estrella, Kevin Love, que se ha perdido buena parte de la temporada y se quedó muy pronto sin Brandon Roy, que estaba rindiendo bien en su intento de reengancharse al baloncesto. Además, empezó la temporada sin Ricky Rubio. Lo cierto es que a lo largo del curso, raro ha sido el jugador que no se ha lesionado en un momento u otro, lo que ha lastrado el rendimiento del equipo.