Hoy se abre el telón en Atlanta de la Final Four 2013. La gran cita universitaria espera este año batir récords de espectadores. Tanto las semifinales de hoy sábado como la final del lunes se disputarán en el Georgia Dome, estadio de los Atlanta Falcons de la NFL.
Normalmente, el baloncesto disponía la pista en el Georgia Dome de tal forma que sus algo más de 71.000 espectadores quedaban reducidos a algo más de 40.000. Pero en esta ocasión, la NCAA quiere batir registros, de modo que la pista se colocará en mitad del campo de fútbol americano y el aforo será incluso superior al de la NFL, rozando los 80.000 espectadores. Una locura.
En liza, Louisville y la sorprendente Wichita State, que se enfrentan en la primera semifinal, y Michigan y Syracuse, que lo harán en la segunda.
El dominicano Jon Horford (Michigan) es el único jugador de habla hispana de la Final a Cuatro. Horford aspira a emular a su hermano, Al Horford, que juega en Atlanta Hawks, ciudad anfitriona de la final, y que logró 2 títulos universitarios con Florida, equipo al que eliminó en la final regional los Wolverines de Jon.
A priori, el favorito debería ser Louisville, pero una Final Four es una Final Four. Desde luego, los que no entran en pronóstico alguno son los jugadores de Wichita St.
Louisville-Wichita St.
Los Cardinals son favoritos indiscutibles. Su Torneo de la NCAA ha resultado impecable. Nunca pasaron apuros reales, pues sólo les inquietó, hasta cierto punto, Oregon. Ganaron 79-48 a North Carolina A&T, 82-56 a Colorado State, 77-69 a Oregon y 85-63 a Duke.
El equipo de Rick Pitino tiene como carga extra de motivación el intentar dedicar el título a su base Kevin Ware, que sufrió una espeluznante lesión en la antesala de la Final Four. Por lo demás, el equipo presenta un balance de 33-5, el mejor de todos, y con una solidez defensiva enorme.
Russ Smith es su gran estrella, un Russ Smith letal durante la March Madness, ya que ha promediado en el torneo 26 puntos con un 54% de acierto en el tiro. Es la gran baza ofensiva de los Cardinals. A su lado, el poder organizativo de Peyton Siva y el enorme trabajo defensivo lleno de energía y criterio del pívot senegalés Gorgui Dieng, que intentará imponer su poderío físico en la zona. Junto a ellos, jugadores como Chane Behanan, Wayne Blackshear o Luke Hancock.
Wichita State es la gran sorpresa del campeonato tras deshacerse de Pittsburgh por 73-55, de Gonzaga -monumental sorpresa- por 76-70, de La Salle por 72-58 y de Ohio State, otra victoria inesperada, por 70-66.
Llega con un balance de 30-8 y con un jugador en plena forma, el base de último año Malcolm Armstead, que promedia en los 4 partidos del torneo 15,5 puntos, 3,8 asistencias y 2 robos. Los Shockers tiran de juego colectivo y de jugadores que acumulan experiencia colegial. Es el caso de otros dos elementos esenciales de Wichita St., Cleanthony Early y Carl Hall.
Michigan-Syracuse
Esta semifinal se presenta apasionante. Y en ella participa el dominicano Jon Horford, que a priori tendrá escaso peso en Michigan. Los protagonistas serán otros. Fundamentalmente dos sophomores que pisan fuerte: Trey Burke (Michigan) y Michael Carter-Williams (Syracuse).
El primero se ha llevado un buen cúmulo de premios esta temporada y promedia en el Torneo de la NCAA 15,5 puntos y 7,8 asistencias. El segundo sigue creciendo en su juego y en su estimación de cara al draft. En el torneo, ha hecho 13 tantos, 4,8 asistencias y 5,8 rebotes con un juego muy completo. Los focos se fijarán en ellos.
Pero no serán los únicos. Syracuse tiene también como jugadores destacados a C.J.Fair y a los seniors Brandon Triche y James Sutherland. Pero el equipo que dirige Jim Boeheim tiene también como elemento clave su famosa defensa zonal, esa zona 2-3 que ha hundido a sus rivales durante la March Madness. Porque sus 4 contrincantes no alcanzaron entre todos el 30% de efectividad en el tiro. Los Orange ganaron 81-34 a Montana, 66-60 a California en un partido complejo, 61-50 a Indiana dando la campanada y 55-39 a Marquette con una defensa impresionante.
Mientras, los Wolverines vuelven a la Final Four después de aquel Fab Five prodigioso de principios de los 90, equipo en el que jugaban, entre otros, Chris Webber y Jalen Rose. Michigan tiene, además de a Burke, a dos hijos de estrellas NBA: Tim Hardaway Jr, que está en su tercer año universitario y ha brillado, y Glenn Robinson III, que es novato. Porque este equipo tiene excelentes novatos. Son los casos de Nik Stauskas, gran tirador de 3 como Hardaway y Burke, y de Mitch McGary.
Cuidado con McGary. El hombre interior de Michigan ha pegado un salto impresionante durante marzo para promediar en el torneo 17,5 puntos, 11,5 rebotes y 2,8 robos. Es la gran referencia interior de su equipo.
Michigan llega hasta aquí tras haber ganado a SDSU POR 71-56, a Virginia Commonwealth por 78-53, a Kansas -sorpresa- por 87-85 tras prórroga y a Florida por un contundente 79-59.