Austin Rivers, jugador novato de New Orleans Hornets, podría haber jugado anoche ante los Lakers su último partido de la temporada. El escolta se rompió un hueso de la mano derecha, la mano de tiro, y su recuperación oscilará entre las 4 y las 6 semanas.
Por lo tanto, estará al límite de volver al juego antes de que se acabe la temporada regular o no. De no lograrlo, ya no jugaría más porque su equipo no se va a clasificar para los playoffs.
Rivers se lesionó en la recta final del segundo cuarto cuando su mano se enganchó en el cuerpo de su compañero de equipo Greivis Vásquez.
El que fuera jugador de Duke y número 10 del último draft estaba teniendo un debut en la NBA complicado, con muchos altibajos y sin llegar a romper nunca. El hijo del entrenador de los Celtics, Doc Rivers, había jugado hasta la fecha 61 encuentros, 26 de ellos como titular, promediando 6,2 puntos y 2,1 asistencias. Sus porcentajes de tiro no habían sido buenos, ni siquiera desde la línea de tiros libres. Ahora, habrá que estar atentos para ver cuánto se prolonga su recuperación.