Más de 9 meses sin jugar lleva Derrick Rose y aún no está claro cuándo volverá a hacerlo. El base de los Bulls de Chicago ha enfriado un tanto los ánimos de los seguidores de su equipo al afirmar que aún está “lejos” de volver a pisar una cancha de la NBA.
Unas declaraciones que llegan cuando más cerca veían algunos su regreso, después de que el jugador haya elevado su nivel de entrenamiento en las últimas semanas y recibido el visto bueno de los médicos para entrenar con normalidad, es decir, pudiendo participar en los ejercicios que implican contacto con otros jugadores.
Aun así, Rose asegura que no volverá hasta que esté “al 110%” y ahora mismo dice estar “en un 80 y pico”. Ese 15 o 20 por ciento que le falta hasta su 110 es el que tiene que tratar de conseguir en las próximas semanas, pero el propio jugador no se moja a la hora de dar una fecha de regreso. “Podría ser en un par de semanas. Podría ser el próximo año. Podría ser cualquier día… No voy a volver hasta que esté preparado”, ha dicho Rose.
En los Bulls tampoco tienen prisa. Pasados los 8 meses de baja de que hablaban las estimaciones más optimistas tras su lesión de ligamentos y camino de los 12 de que hablaban las peores, en Chicago siguen teniendo claro que lo importante es no correr riesgos. Rose es su jugador franquicia, tiene sólo 24 años y el futuro del equipo pasa por que su recuperación sea completa y pueda volver a jugar al máximo nivel, el que le hizo ser elegido MVP de la NBA hace 2 temporadas.