New York Knicks y Detroit Pistons trasladaron a Europa el espíritu competitivo de la temporada regular de la NBA y en un The O2 Arena completamente abarrotado mostraron las bondades de la mejor liga del mundo. Ganaron los Knicks liderados por un buen Carmelo Anthony.
El partido tuvo varios atractivos. Uno fue ver el regreso a las canchas tras muchos meses de ausencia de Iman Shumpert. Otro, también de regresos, tuvo que ver con la vuelta al Viejo Continente de Pablo Prigioni y Kyle Singler, con mejor suerte para el ex de Duke. Otro, contemplar cómo Amar'e Stoudemire sigue escalando peldaños en su puesta a punto.
Lo cierto es que los Knicks dominaron el partido y merecieron el triunfo.
Detroit 87 New York 102
Las entradas en Londres estaban agotadas desde hace días. Hasta 18.689 almas se dieron cita en el pabellón londinense para contemplar un espectáculo usual en Europa en pretemporada, pero no en temporada competitiva. Y los aficionados parecieron pasárselo en grande, a pesar de que Reino Unido no es famoso por su tradición baloncestística.
En el terreno meramente deportivo, los Knicks trasladaron su modelo exitoso desde Nueva York a Londres, dos metrópolis clásicas de nuestro planeta. Lo hicieron con Carmelo Anthony vendiendo al mundo su mejoría como jugador. La estrella del equipo neoyorquino fue el hombre del partido. Empezó anotando ya 11 puntos en el primer cuarto, no abusó del tiro, supo doblar el pase cuando fue necesario y, sin hacer uno de sus mejores partidos, brilló y convenció. Acabó con 26 puntos como máximo encestador de un partido que siempre dominó su equipo.
Porque los Knicks ya se fueron con un cómodo 41-56 al descanso gracias a un muy buen primer cuarto. Para entonces, en el ecuador del choque, Melo se había enchufado ya 18 de sus 26 tantos, Stoudemire ya había anotado 12 puntos en 11 minutos, J.R.Smith se había convertido en una especie de tercer mosquetero y Tyson Chandler había capturado 10 rebotes. New York andaba bien de porcentajes, dominaba el rebote y superaba en casi todo a unos Pistons romos desde el triple, fallones desde los libres y que tenían al novato Andre Drummond como hombre más consistente.
El tercer cuarto vivió un momento importante cuando a 3 minutos de su conclusión Detroit se acercó en el luminoso (61-66), pero los Knicks salieron bien del paso y volvieron a dominar con cierta holgura para no pasar apuros en toda la segunda parte a pesar de que los locales elegidos para la ocasión, Pistons, peleaban por meterse en el partido.
New York Knicks vivía al final un desenlace idílico. Victoria, brillo de Melo ante el mundo, excelente comportamiento de Stoudemire (17 puntos en 20 minutos), buen nivel de J.R (16 tantos), consistencia desde el triple de Steve Novak y poderío en los tableros de Tyson Chandler (10 puntos y 14 rebotes), que estuvo a punto de hacerse añicos un brazo en una caída. Por si fuera poco, recuperaban a Iman Shumpert para el juego tras superar su lesión de rodilla y no se le veía mal. El argentino Pablo Prigioni jugó 21 minutos pero no brilló. No lanzó a canasta y sólo aportó 4 rebotes y 2 asistencias.
Detroit, por su parte, siempre fue a remolque y no convenció a nadie de su capacidad de remontada. Will Bynum hizo 22 puntos, Kyle Singler regresó a Europa anotando 15 y Greg Monroe y el novato Drummond firmaron sendos dobles dobles, muy bien el chaval. Charlie Villanueva acabó con 5 puntos y 2 rebotes en 12 minutos.