Memorable el último cuarto del partido disputado anoche en el Madison entre Knicks y Celtics y espectacular el pique que mantuvieron durante todo ese cuarto final Carmelo Anthony y Kevin Garnett, un pique física y verbalmente salvaje que incluyó una doble técnica.
Pero fue Paul Pierce el hombre real del partido, el que lo resolvió, el que puso la solución al mismo y entregó una increíble victoria a Boston en NY a pesar de no poder contar con Rajon Rondo, que estaba sancionado.
En la otra punta de Estados Unidos, en California, Memphis masacró a Sacramento. Los Grizzlies anularon a DeMarcus Cousins y ganaron por 32 puntos de diferencia con un enorme Wayne Ellington, autor de 26 puntos en 26 minutos tras meter 6 triples. Marc Gasol siguió en su nivel excelente de juego, sin exhibiciones aparentes para terminar con 22 de eficiencia en solo 23 minutos de juego.
También comodísimo fue el triunfo de Chicago sobre Cleveland con un ex de los Cavs, Carlos Boozer, como máximo anotador.
New York 96 Boston 102
Partido para el recuerdo el disputado anoche en el Madison Square Garden. Porque en NY se vivió un encuentro con un espíritu 100% de playoff, pero de partido de playoff decisivo, a vida o muerte, con el campeonato en juego. Y es que el último cuarto del encuentro resultó fantástico. Tenso, espectacular, físico, competitivo, con alternativas... y con un MSG enloquecido que apoyó a su equipo hasta la extenuación, a base de decibelios y más decibelios. Por momentos, fue un goce para el buen aficionado al baloncesto. Pura adrenalina.
En ese último cuarto hubo 3 hombres que coparon todas las miradas. Por una parte estuvo el pique animal entre Carmelo Anthony y Kevin Garnett, que alimentó todo lo que vino después, que prendió con gasolina la pista; por otra, el excepcional juego de Paul Pierce para decidir el choque. Ni siquiera los números pueden hacer imaginar lo crucial que fue Pierce en el desenlace.
Los Celtics se presentaron en Nueva York sin Rajon Rondo, sancionado, y con relación negativa victorias-derrotas. Parecían una víctima propiciatoria clara, y más cuando anotaron 8 puntos en los primeros 6 minutos de partido. Pero el equipo de Doc Rivers mostró su lado más competitivo, su espíritu ganador... a estos señores no se les ha olvidado ganar. O al menos, ése fue el mensaje anoche.
El pique de Melo y Garnett fue de los que hacen época por su alto nivel físico y dialéctico. Acabaron con una doble técnica, pero bien podrían haber acabado en la calle. Y duró muchos, muchos minutos. Resultó antológico. En principio, parecía que Garnett se había equivocado, porque su actitud enardeció a la grada y provocó una respuesta rápida en forma de triple de Anthony. Pero luego, pareció valer, porque Melo acabó desquiciado.
Carmelo Anthony volvió a ese su peor yo que parecía tener olvidado en esta maravillosa temporada. Su desacierto fue fatídico y ese desacierto tuvo su origen, en la parte final del encuentro, en sus ganas de imponerse a Garnett y demostrar demasiadas cosas en demasiado poco tiempo. El resultado fue que metió 20 puntos, pero a fuerza de desplomar sus porcentajes: 6 de 26 en el tiro de campo con 4 de 12 triples. Falló mucho en la parte crucial.
Al otro lado estaba Pierce, al que las faltas le torturaron en el primer y tercer cuarto, pero que se marcó un segundo período memorable y decidió en el último acto. Pierce acabó con 23 puntos y 6 asistencias en 28 minutos y fue el rey. Le secundaron Garnett (19 tantos, 10 rebotes y 3 robos) y un gran Avery Bradley, tanto en defensa como en ataque, enorme su intensidad. También ayudaron los suplentes Jeff Green y Jared Sullinger. Todo ello hizo olvidar la triste actuación de Jason Terry y la ausencia de Rajon Rondo. Los Celtics defendieron bien, metieron el 52,7% de sus tiros y perdieron 10 balones, una cifra razonable exitosa dada la tensión.
En el equipo neoyorquino, además de Melo, cabe destacar los 24 puntos con 4 triples de J.R.Smith, los 13 tantos y 17 rebotes de un Tyson Chandler que hizo una gran primera parte, el acierto desde el triple en esa primera parte de Steve Novak y que Amar'e Stoudemire ya jugó 28 minutos y sigue mejorando. El argentino Pablo Prigioni sumó 2 puntos y 3 rebotes en 15 minutos, pero perdió 4 balones.
Sacramento 81 Memphis 113
Bien distinto fue el partido en el Sleep Train Arena de Sacramento, donde Memphis dio una magistral lección de baloncesto defensivo y ofensivo para masacrar a los Kings, a los que derrotó por 32 puntos.
Esta vez sí que Memphis desarrolló toda su capacidad ofensiva a partir de un acierto anómalo del equipo desde el triple, un arma que apenas usan los Grizzlies. Anotaron los visitantes 11 de 20 desde más allá del arco porque Wayne Ellington tuvo uno de esos partidos que de vez en cuando se saca de la chistera: 26 puntos en 26 minutos con 10 de 11 en el tiro de campo que incluyeron 6 de 7 triples. Fue la figura del choque.
La segunda parte de Memphis fue enorme (36-62) a partir de un fantástico tercer cuarto. El equipo terminó el partido perdiendo sólo 8 balones y controló en todo momento el poder interior de DeMarcus Cousins. Ahí surgió su gran pareja en la zona. Zach Randolph, además, hizo 17 puntos y 7 rebotes y Marc Gasol, sin estridencias, sumó 22 de eficiencia en sólo 23 minutos con 13 tantos, 6 rebotes, 2 tapones y 3 asistencias. Además, Mike Conley dirigió con enorme solvencia para acabar con 15 puntos y 8 pases de canasta.
Los Kings acabaron completamente desarbolados al no tener referencias interiores en su juego. John Salmons -17 puntos- y el novato Thomas Robinson, que capturó 12 rebotes en 21 minutos, fueron los menos desacertados. Y Tyreke Evans jugó tras regresar de su lesión. Pero lo hizo como suplente y sólo 12 minutos. El dominicano Francisco García no anotó en los 17 minutos que dispuso.
Chicago gana fácil a Cleveland
En partido sin hispanos, Chicago se desembarazó de Cleveland por 118-92 tras arrasar al equipo de Ohio en la segunda parte.
A lo largo de la primera mitad, parecía que la sorpresa se podía consumar, pero los Cavs sólo llegaron vivos al descanso (53-50) tras empezar a flaquear ya en el segundo cuarto. La segunda mitad fue otra historia. Barrida total del equipo de Tom Thibodeau con un resultado apabullante de 65 a 42.
Los locales acabaron con un increíble 71% desde el triple (10 de 14), dominaron el rebote y circularon fluidamente la bola, aunque perdieran nada menos que 20 balones. El ex Cleveland Carlos Boozer volvió a sobresalir con 24 puntos y 11 rebotes, Luol Deng sumó 19 con 7 asistencias y 4 robos y Joakim Noah se fue a un doble doble al que añadió 4 tapones. Pero especialmente brillantes anduvieron los suplentes con un Taj Gibson ejemplar (18 puntos y 7 rebotes en 23 minutos) y Nate Robinson y Marco Belinelli haciendo lo que mejor saben hacer, anotar.
Los Cavs fueron de más a menos. Al final, apenas resaltar los papeles del novato Dion Waiters, que metió 18 puntos, y del joven Tristan Thompson, que sumó 14 con 8 rebotes.