Royce White se ha rebelado definitivamente ante la pretensión de su equipo, Houston Rockets, de enviarle por segunda vez en la temporada a la Liga de Desarrollo de la NBA. El equipo texano había asignado al jugador novato a Rio Grande Valley Vipers, pero éste ha rechazado la asignación.
No se sabe muy bien cómo acabará el callejón sin salida al que se ha llegado en el asunto White. El jugador, de 21 años, tiene un grave trastorno de ansiedad que incluye, entre otros problemas, su fobia a volar, algo que limita muchísimo la actividad de un jugador que milita en la NBA.
Lo cierto es que Royce White se ha negado hasta la fecha a ponerse en manos del grupo de psicólogos de los Rockets. Y ahora, ante la nueva asignación a la Liga de Desarrollo, ha remitido un comunicado al diario Houston Chronicle en el que afirma que la decisión de su equipo pone en peligro su salud mental.
White fue elegido en el puesto 16 del draft, pero sin el trastorno que padece bien podría haber aparecido en un puesto bastante mejor. Fue el general manager, Daryl Morey, el que tomó la arriesgada decisión de elegirle en junio y ahora el propio Morey reconoce que la situación es muy incómoda.
Parece que estamos ante el enésimo caso de talento desperdiciado por las circunstancias. Si nadie lo remedia. En el caso de que tenga remedio.