Están pasando desapercibidos frente a otros equipos, pero Golden State Warriors está viviendo un final de año 2012 apoteósico. El equipo que entrena Mark Jackson anda en una nube. En lo que va de temporada, ha ganado 20 de sus 30 partidos, lo que le sitúa en la elite de la competición.
Desde hacía más de 30 años que los Warriors no alcanzaban su vigésima victoria en temporada regular antes de Año Nuevo. Todo un dato.
Golden State es quinto en el Oeste con un 66,7% de triunfos pisando los talones a Memphis y por detrás también de Clippers, Thunder y Spurs. Y a nivel global acumula la séptima mejor marca de la NBA a pesar de que uno de sus grandes jugadores, Andrew Bogut, anda en el dique seco.
Los Warriors están jugando muy bien fuera del Oracle Arena, anotan 101,3 puntos por partido y han ganado 7 de sus últimos 10 compromisos. La franquicia radicada en Oakland (California) goza, por ahora, de buena salud.
Buena culpa de todo la tiene el extraordinario rendimiento de David Lee (20,1 puntos, 11,2 rebotes y 3,6 asistencias), serio candidato al All-Star. Junto al ala-pívot, un sólido Stephen Curry (20 tantos, 6,4 asistencias y un 43,6% en el triple) y la gran aportación que desde la segunda unidad están haciendo Jarrett Jack y Carl Landry. Además, Klay Thompson sigue consolidándose a la espera de alcanzar cotas mayores de juego.
A todo ello, habría que añadir que se espera un buen futuro de sus novatos Harrison Barnes y Draymond Green y que el equipo está jugando sin el australiano Bogut.