Los más de 13.500 espectadores que se dieron cita ayer en el Verizon Center de Washington esperaban asistir a uno de los partidos atractivos de la jornada. Se enfrentaban Georgetown y Tennessee. Pero lo que a priori era atractivo se convirtió a la postre en un auténtico infierno.
El resultado lo dice todo. ¡Georgetown se impuso a Tennessee por 37-36!, uno de los marcadores más ridículos que se recuerdan desde que se impusiera en la temporada 1985-1986 el reloj de posesión.
De hecho, desde aquella temporada pionera, los Hoyas jamás habían firmado una cifra tan baja en anotación y los Volunteers sólo habían anotado una vez menos en estos últimos 27 años.
El horror vivió su esperpento definitivo cuando en los últimos 4 minutos del choque, en plena decisión del mismo, nadie anotó. Parcial de 0-0 en esos 4 minutos finales.
Ningún jugador llegó en el partido a los 10 puntos anotados y ninguno de los dos equipos alcanzó el 45% de acierto desde los tiros libres. Georgetown firmó un 36% en el tiro de campo con un 1 de 7 en triples y Tennessee se fue al 32% con un 3 de 16 desde más allá del arco.
Basten las palabras del entrenador de Georgetown interrogado por si recordaba algo semejante: "Creo que tenía 8 (años). Jugamos contra St Anthony's y el partido finalizó 13-11", aseguró entre la pesadumbre y el buen humor. Al menos había ganado el partido, como cuando era niño.