La NBA ha aplicado una multa de 250.000 dólares a San Antonio Spurs por no alinear a sus 3 grandes figuras -Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili-, a los que se añadió Danny Green, ante Miami Heat en el partido estelar de anoche.
El técnico de los Spurs, Gregg Popovich, decidió no contar con estos 4 jugadores debido a que el equipo acumulaba un calendario salvaje frente a la bondad con la que los Heat de Miami llegaban al encuentro, tras haber podido descansar desde el domingo hasta el jueves.
El problema radicaba, y aquí viene el quid de la cuestión, en que el partido era el duelo estelar del jueves y se televisaba para todo Estados Unidos por la TNT en horario de máxima audiencia.
Antes de que comenzara el encuentro, el comisionado de la NBA, David Stern, ya advirtió de lo que se avecinaba: "Pido disculpas a los aficionados. Ha sido una decisión inaceptable de los San Antonio Spurs y tendrán sanciones sustanciales", aseguró.
El colmo del surrealismo estuvo en que los suplentes de los Spurs estuvieron a punto de ganar a los Heat en Miami.
El día después del encuentro la NBA cumple su amenaza y multa con 250.000 dólares a San Antonio. Eso sí, ni un solo atisbo de autocrítica en los dirigentes de la liga con respecto al irracional calendario que ha conducido a esta situación.
Durante todo el día de hoy, antes de que se conociera la sanción, han sido numerosos los entrenadores y jugadores que se han puesto del lado de Popovich. Especialmente notable ha sido el apoyo al equipo texano de la mayoría de los analistas de la NBA de mayor calibre, que en líneas generales se han mostrado muy críticos con David Stern. Incluso uno de los más importantes, Adrian Wojnarowski, apuntaba a la posible animadversión del comisionado hacia la franquicia de Texas.