El fichaje de Andrew Bynum parecía ser un buen impulso para el juego interior de Philadelphia 76ers, pero con el paso de las semanas se empieza a revelar como un gran fiasco, diríase que casi como una pesadilla. En Filadelfia se nota la preocupación.
Los Sixers ficharon al todavía joven Bynum a sabiendas de que el jugador tenía un historial más que delicado respecto a sus rodillas y una forma un tanto personal de implicarse con su deporte, el baloncesto. Pues bien, ambas circunstancias empiezan a pesar en la relación entre ambas partes.
La reaparición de Bynum sigue acumulando retraso y ahora llegan informaciones que la ponen incluso en cuarentena. El jugador podría verse obligado a pasar nuevamente por el quirófano y su regreso no se produciría hasta el mes de marzo, que es como perder casi toda la temporada. Aunque el desastre podría ser mayor y que Bynum no pisara una cancha para disputar un partido de competición hasta la próxima temporada 2013-2014, según publica el Delaware News Journal.
Parece que la recaída de su lesión de rodilla a causa del daño que se produjo jugando a los bolos podría ser más grave de lo indicado en un principio. No está claro, y difícilmente lo puede estar teniendo en cuenta el secretismo que rodea a la salud de Bynum.
Lo cierto es que los Sixers han hecho una apuesta muy seria por él al desprenderse de muy buenos jugadores, entre ellos Andre Iguodala, y afrontar el gran salario del pívot.
Y entre tanto, con la que está cayendo alrededor de él, se filtran informaciones en las que supuestamente algunos ex compañeros de Bynum en los Lakers se refieren a la escasa pasión que el baloncesto desata en el jugador, que considera a su deporte más bien una forma de ganarse muy bien la vida.
Lo cierto es que Bynum aún no ha debutado con su nuevo equipo y no tiene visos de que ese estreno pueda llegar razonablemente pronto.