Si hace unos días se anunciaba que los Sixers tendrían que esperar al menos 5 semanas más para poder contar con Andrew Bynum, flamante incorporación veraniega, ahora se ha sabido que detrás de las complicaciones de su lesión podrían estar los bolos.
Según informa ESPN, citando fuentes cercanas al jugador, Bynum habría sufrido hace unos días una lesión no especificada mientras jugaba a los bolos, actividad, en principio, no prohibida a los jugadores, aunque tampoco parezca la mejor para un jugador lesionado en la rodilla.
Independientemente del alcance de esa supuesta lesión, o tal vez relacionado con ella, llegan malas noticias sobre la evolución del que fuera pívot de los Lakers. Lo hacen por boca del propio Bynum, que ha reconocido que se han presentado complicaciones en su rodilla derecha, de la que fue tratado este verano en Alemania y en la que se descubrió la contusión ósea que retrasó su fecha prevista de regreso.
No sólo eso, sino que también su rodilla izquierda, de la que hasta ahora no se había comentado que tuviera problemas, parece tenerlos. “Mi rodilla izquierda está sufriendo una especie de efecto espejo”, ha contado el propio jugador,”No sé qué está pasando exactamente, pero los médicos hablan de que probablemente se deba a algún cartílago debilitado”.
Las palabras de Bynum, desde luego, no son alentadoras para los aficionados de los Sixers que siguen esperando el debut del pívot después de que la franquicia de Filadelfia se desprendiera, entre otros, de Andre Iguodala para poder tenerle en sus filas. Un debut que amenaza con retrasarse aún más allá de las 5 semanas anunciadas hace unos días.