Los problemas físicos por los que ha pasado Ray Allen a lo largo de esta temporada no parecen desanimar al experimentado jugador de los Celtics. El escolta pasará por el quirófano para reparar su tobillo derecho, pero lo que no pasa por su mente es la palabra “retirada”.
El próximo mes de julio, Allen, que acaba de finalizar su 16ª temporada en la NBA, cumplirá 37 años y a finales de este mes, finaliza su actual contrato con los Celtics, por lo que será agente libre este verano. Algunos han llegado a especular con su retirada tras los problemas físicos que ha atravesado en el final de campaña, pero él no parece planteárselo.
“Queda aún mucho baloncesto en mis piernas. De eso estoy seguro”, ha dicho en Boston durante una entrevista realizada por la emisora de radio local especializada en deportes WEEI. Allen no sabe qué ocurrirá este verano, si seguirá en Boston o no, pero tampoco quiere especular con ello. En lo único que piensa ahora mismo es en reparar su tobillo derecho para estar al 100% lo antes posible.
El jugador tiene pensado operarse en breve para que los médicos eliminen los espolones óseos de su tobillo derecho, causa de las persistentes molestias que ha venido sufriendo en la articulación. “Si pudiera hacerlo mañana, lo haría mañana”, afirma repecto a la intervención de su tobillo, “Ahora mismo, mi mayor preocupación es probablemente resolver eso. Mi cuerpo está bien. Mi único problema es ése.”
Una renovación a la baja con los Celtics era la opción que casi todos esperaban que Allen tomase este verano, pero el buen papel de Avery Bradley este año parece haber cambiado las tornas y ahora mismo, Allen parece más fuera que dentro. Habrá que esperar, pero no serán pocos los equipos que traten de cortejar al escolta, capaz aún de aportar experiencia y calidad a cualquier escuadra de la liga con aspiraciones.