Miami Heat dio una imagen deplorable en Indianápolis. Los Pacers defendieron de cine y pasaron por encima de los Heat como un rodillo, ganaron por 19 puntos y se sitúan 2-1 en la serie. El equipo de Florida está en un serio problema y su imagen no es la mejor.
La imagen del partido fue la bronca que le montó Dwyane Wade a Erik Spoelstra en el tercer cuarto. Fue en un tiempo muerto, en el momento más crítico del partido, cuando el encuentro se le fue de las manos a Miami. Wade hizo un horrible encuentro y tuvo una horrible actitud con su entrenador. Esa discusión muestra la enorme tensión que está viviendo un equipo que sin Bosh es mucho menos, por mucho que más de uno intentara ningunear repetidamente el valor de Bosh.
Indiana jugó un gran partido, defendió a un nivel grandioso y tuvo a un gran Roy Hibbert en la pintura. También aportaron jugadores como George Hill, Danny Granger o David West. El equipo de Frank Vogel navega viento en popa.
Indiana 94 Miami 75 (2-1)
Los Heat tienen un problema, un serio problema. Se llama Indiana y tiene un concepto de equipo que se sitúa en las antípodas de la concepción del equipo de Florida. Ese problema llamado Indiana ha ganado 2 encuentros consecutivos a los Heat, se ha adelantado en la serie 2-1 y tiene el factor cancha a su favor.
Internamente, Miami tiene más de un problema. El principal es que le falta Chris Bosh y sin el jugador texano estos Heat se convierten en un equipo completamente desequilibrado. Sin Bosh, Miami carece de la más mínima amenaza ofensiva en el juego interior y eso es una bicoca para sus rivales.
En ese caos que ha creado en Miami la baja de Bosh, Spoelstra añadió una cucharada más abriendo el partido con un experimento: Dexter Pittman fue su hombre alto titular. El experimento duró 3 minutos. Pittman se fue al banquillo y no volvió a jugar más. Tampoco sus compañeros lo hicieron mejor. El juego interior de Miami fue una completa nulidad. Pittman, Haslem o Turiaf fueron un cero a la izquierda. Y Roy Hibbert y David West se forraron.
Hibbert fue el auténtico amo de la pintura. El pívot local fue el hombre más determinante del partido con sus 19 puntos, 18 rebotes y 5 tapones. Y West contribuyó con 14 tantos y 9 rebotes. Además, George Hill se fue a 20 puntos desde la sobriedad y la eficacia y Danny Granger añadió 17 con 7 rebotes.
Porque Indiana tiene más recursos de los que parece (fantástico el trabajo defensivo de Paul). Vogel ha ensamblado un gran equipo no exento de excelentes individualidades jóvenes. Es Indiana un equipo que carece de superestrellas. Es, por lo tanto, la antítesis del modelo de Miami: superestrellas con poco que rascar a su alrededor, visto lo visto.
Además, Indiana tiene una gran fuerza mental. Lo demostró en la primera ronda tras perder el primer partido y ganar los 4 siguientes y lo demuestra ante Miami perdiendo también el primero y remontando ante el delirio de su afición, teñida de amarillo y de alegría.
Remontó también en el partido que nos ocupa. Los Pacers salieron titubeantes y perdieron 17-26 el primer parcial, pero luego, ya metidos en vereda, ofrecieron toda una exhibición defensiva en los cuartos centrales. Parcial de 52-29 en la suma del segundo y tercer cuarto para abrir una profunda crisis en el rival.
La clave estuvo en el tercer cuarto. Un parcial de 17-3 rompió el partido y los Heat sólo anotaron 12 puntos en todo el cuarto. Fue en esos minutos cuando Wade se la lió a Spoelstra, aunque bien debía mirar su propio juego. Lo de Wade fue lamentable: 5 puntos con 2 de 13 en el tiro. También horrible ese 0 de 7 en el tiro de Battier con 6 triples fallados y esa falta de poderío de sus hombres altos. Chalmers, que andaba tocado, fue el mejor con diferencia al terminar con 25 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias y James estuvo simplemente correcto. Eso sí, muy irregular.
LeBron acabó con 22 puntos, pero 16 los metió en la primera parte y sólo 6 en la segunda. Su equipo le echó de menos. Un equipo que estuvo totalmente maniatado por la fantástica labor defensiva de Indiana y que sólo sumó 9 asistencias. Desde el triple, la noche también fue penosa: 4 de 20. El equipo sólo anotó 49 puntos en los 3 últimos cuartos y terminó con un 37% en el tiro de campo. La imagen no pudo ser más calamitosa.