En una extraña carambola, las desavenencias entre jugadores y propietarios por la interpretación del actual convenio respecto a Jeremy Lin y Steve Novak podrían tener como gran beneficiado a su patrón, los Knicks, si el sindicato consigue lo que quiere.
Si el arbitraje solicitado por el sindicato, la NBPA, respalda sus argumentos, Lin y Novak recuperarían los llamados ‘Bird rights’, algo que permitiría a los Knicks renovar a ambos jugadores utilizando la ‘excepción Larry Bird’ (creada en su día atendiendo al caso del mítico jugador céltico) sin tener que hacer uso de sus otras excepciones salariales, excepciones que podrían utilizar para reforzarse con otros jugadores este verano.
En el caso de Novak y Lin, los suyos serían concretamente los llamados ‘Early Bird rights’, una versión más reducida de esta excepción, exige sólo haber estado 2 años sin ser cortado o convertirse en agente libre, pero suficiente para que los Knicks pudieran ofrecer a ambos jugadores contratos que podrían llegar al entorno de los 5 millones de dólares.
Según publica el New York Post, Billy Hunter, director ejecutivo del sindicato, propugna una interpretación del convenio en la que la situación de Lin y Novak -cortados en su día por sus anteriores equipos, pero recuperados por los Knicks de la lista de jugadores cortados antes de llegar a convertirse en agentes libres- se equipararía a la de un jugador traspasado ya que ni uno ni otro tuvieron oportunidad de elegir equipo como agentes libres, por lo que mantendrían sus derechos.
La liga, sin embargo, apuesta por mantener su actual interpretación de que desde el momento en que ambos fueron cortados sus derechos desaparecieron, por lo que la excepción de Larry Bird no es aplicable. De que el arbitraje dé la razón a unos o a otros, dependerá que este verano los Knicks se encuentren con un inesperado margen de maniobra extra en el mercado o no.