Wilson Chandler, alero de los Denver Nuggets, y Kyle Lowry, base de Houston Rockets, han finalizado la temporada sobre la mesa de operaciones. Ambos jugadores han sido intervenidos quirúrgicamente, pero se espera que estén listos para iniciar la próxima pretemporada.
Lowry ha sido intervenido esta mañana para tratar de poner fina a la pubalgia que le ha venido afectando en la parte final de la temporada. El periodo estimado de recuperación para el base de los Rockets es de entre 6 y 8 semanas, por lo que no debería tener problema alguno para llegar en perfectas condiciones al inicio de la pretemporada.
Tras una gran primera mitad de temporada, el final de campaña de Lowry ha estado marcado por los problemas físicos. A finales de marzo, una seria infección bacteriana puso en peligro su salud y aunque consiguió recuperarse para jugar los últimos partidos de temporada regular, ahora ha tenido que pasar por el quirófano.
En lo que respecta a Chandler, su operación había sido anunciada hace ya un par de semanas y se llevó finalmente a cabo ayer. El alero de los Nuggets, que casi no ha podido jugar con el equipo tras renovar con un contrato millonario a su vuelta de China, sufría una lesión en el labrum de su cadera izquierda que requería de la cirugía. Se espera también que esté recuperado antes del inicio de la fase de preparación de la campaña venidera.