Lakers y Spurs ganaron sus partidos iniciales de playoffs por idéntica diferencia, 15 puntos antes Denver y Utah. Pau Gasol brilló más que Manu Ginóbili. Kobe Bryant metió 31 puntos y Duncan jugó bien, pero los auténticos protagonistas fueron Andrew Bynum y Tony Parker.
Bynum hizo historia al firmar un triple-doble con 10 tapones, cifra de tapones con la que empató la mejor marca registrada en playoffs hasta la fecha.
Parker hizo una primera parte colosal y dominó el partido ante los Jazz con 28 puntos y 8 asistencias. Devin Harris aún le está buscando.
L.A.Lakers 103 Denver 88 (1-0)
Ejercicio de solidez, eficacia y fortaleza de los Lakers ante unos Nuggets desconocidos por lo que respecta a su ofensiva. El gran trabajo defensivo del equipo de Mike Brown, muy a su gusto esta vez, desactivó de forma sencilla al mejor ataque de la fase regular, no en vano Denver promedió 104 puntos en la temporada.
Los Lakers demostraron que en el Staples han sido y son un equipo muy solvente. Y esta vez ganaron por vías distintas, a veces extrañas. Sin Metta World Peace y con Matt Barnes a medio gas, los Lakers exploraron nuevos caminos y muchos jugadores que no suelen aportar, aportaron. Es cierto que en la segunda parte Kobe Bryant, Andrew Bynum y Pau Gasol llevaron el peso, pero no es menos cierto que en la primera hubo hechos muy llamativos.
Llamativo fue ya el primer cuarto. Un 27-14 para los locales con el tándem Gasol-Bynum sumando 2 puntos y Blake haciendo 9. Los locales llegaron al descanso ganando por 10 y dejando en 40 puntos al prolífico ataque de Denver. En esa primera parte, los máximos anotadores de Lakers eran Ebanks y Blake, mientras que Jordan Hill había hecho más estadística que nunca. Kobe, Pau y Andrew apenas aportaban puntos, aunque sí lo hacían en otras facetas. El equipo parecía más coral que nunca.
Llegó el tercer cuarto y los Lakers añadieron a su gran trabajo defensivo un cuidado del balón exquisito. El equipo de Brown se pasó veintitantos minutos sin perder un balón y sólo extravió 6 en los 3 primeros cuartos. En este tercer cuarto, los angelinos ya avanzaban seguros hacia la victoria habiendo cerrado dos vías principales del juego rival llamadas Ty Lawson y Al Harrington.
Fue el partido en el que dos 7 pies, Bynum y Gasol, pudieron hacer al unísono sendos triples-dobles. Pau, que fue de menos a más, metió 2 puntos en la primera parte y 11 en la segunda para acabar con 13 tantos, 8 rebotes, 8 asistencias y 2 tapones. Brilló mucho en la distribución de juego, Pero su compañero Bynum sí lo logró, haciendo historia Laker e historia NBA. Bynum acabó con 10 puntos, 13 rebotes y 10 tapones. Estuvo colosal. El dúo Gasol-Bynum demostró cómo se domina un partido anotando sólo 23 puntos. Hicieron 21 rebotes, 12 tapones y 8 asistencias entre ambos.
El máximo encestador del equipo de L.A fue Kobe Bryant con 31 puntos, a los que añadió 5 rebotes y 4 asistencias. Sessions estuvo bastante convincente con 14 puntos y, lo dicho, apariciones inesperadas de jugadores como Hill, Blake o Ebanks.
En Denver, ahogados Lawson y Harrington, los mejores fueron Danilo Gallinari (19 puntos) y Andre Miller (12 con 8 rebotes y 7 asistencias). El equipo sólo metió el 35,6% de sus tiros, sufrió 15 tapones y llegó a ir perdiendo por 21. Nunca tuvo opciones de nada.
San Antonio 106 Utah 91 (1-0)
Otro equipo que nos dejó un ejercicio de solvencia y que también ganó por 15 a su rival fue San Antonio Spurs. Eso sí, los Jazz fueron más contrincante que los Nuggets, un equipo mucho más agerrido, mucho más apegado al partido, un conjunto, el mormón, duro de pelar.
San Antonio suma su undécima victoria consecutiva. No hay quien le tosa. Como no hay quien tosa a su base Tony Parker, que en la jornada dominical le dio un baño de los de verdad a Devin Harris. El armador galo se marcó una primera parte esencial, cargada de poderío, especialmente en un segundo cuarto en el que anotó 12 puntos. Parker destrozó al rival con sus penetraciones, que bien acabaron en canastas o en balones doblados que también acababan en la cesta. Fue el motor del triunfo local.
Parker concluyó con 28 puntos y 8 asistencias y fue el líder que necesitaba el equipo junto a Tim Duncan, autor de 17 puntos, 11 rebotes y 5 pases de canasta. Un Tim Duncan que hizo un gran tercer cuarto, período en el que, además, alcanzó los 4.000 puntos anotados en playoffs.
Junto a ellos, un gran Stephen Jackson -14 tantos-, un versátil, como siempre, Boris Diaw, que fue titular, y un Ginóbili que estuvo irregular, no tan bien como otras veces. El argentino falló una entrada en solitario en la que dudó entre matar o hacer bandeja y acabó el choque con 7 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes y 2 robos en 25 minutos. La mala noticia para Spurs fue la lesión de muñeca de Tiago Splitter, que sólo le permitió jugar 7 minutos.
El equipo de Popovich rompió el partido en la recta final del tercer cuarto, cuando dos triples de Jackson y Bonner llevaron el marcador a un 85-70 con todo el último período por jugar. En ese tercer cuarto, se vio a un muy buen Duncan. Luego, ya en el último cuarto, los locales ejercieron un control maestro de la situación, un control exacto del marcador. Porque, como dijo Manu a la finalización del choque, los Spurs no hicieron un partido brillante, pero sí un buen partido. Suficiente para ganar con comodidad.
En Utah, Millsap fue el mejor con 20 puntos, 9 rebotes y 3 tapones. El joven Hayward hizo 17 tantos con 12 tiros libres sin fallo y Al Jefferson sumó 16 tantos y 9 rebotes. Devin Harris fue devorado por Parker, Derrick Favors estuvo un poco más bajo que otras veces y Josh Howard fue una pena. Buena imagen de los de Corbin y derrota lógica.