Lo inexplicable ocurrió en el FedExForum. Un auténtico expediente X de consecuencias imprevisibles. Memphis arrasó a los Clippers en los 3 primeros cuartos y llegó a dominar por 27 puntos. De hecho, ganaba por 24 a 8 minutos del final, 8 minutos fatídicos, dramáticos.
El pabellón pasó de la fiesta más increíble al silencio sepulcral. Un parcial de 3-28 en los últimos 8 minutos del partido dio el triunfo a los visitantes por 98-99. Todos estamos en estado de shock.
Mientras, Boston cayó en Atlanta y perdió a Rondo a última hora al ser expulsado a 41 segundos del final. Josh Smith fue la estrella local con 22 puntos y 18 rebotes.
Memphis 98 L.A.Clippers 99 (0-1)
No hay palabras para definir el Grizzlies-Clippers. A unos, al final, se les quedó cara de tontos y a los otros, de éxtasis. No era para menos. Porque lo ocurrido en Memphis tiene poca explicación. Bueno, sí, tiene una con doble vertiente: los Grizzlies se durmieron en los laureles y se fueron antes de tiempo del partido y los Clippers demostraron una fe inquebrantable, algo que nadie podía esperar.
Sólo así se explica caraja tan monumental como la de Memphis y cambio tan radical como el de Clippers en un partidazo que fue todo un compendio de lo que son las grandezas y miserias de este deporte maravilloso llamado baloncesto, que tuvo su lado más triste con la fractura de mano que sufrió el visitante Caron Butler.
El partido de Memphis hasta los 8 minutos finales fue apoteósico, de un equipo campeón, con una actuación irreprochable y harto brillante estaban humillando al rival. El primer cuarto ya había sido, con un gran Marc Gasol, todo un escaparate para la brillantez local (34-16) y al descanso se llegó con un concluyente 58-39 tras un mate sobre la bocina del propio Gasol.
En el ecuador, todo estaba muy claro. Memphis estaba pasando por encima de los angelinos. Resultaba increíble ver a Paul con 1 punto y 3 asistencias y a Griffin con 2 puntos y 1 rebote. Entre ambos, 1 de 7 en el tiro. Memphis llevaba 14 asistencias y sólo 2 pérdidas, por 8 del rival, y Marc Gasol dominaba el cotarro con 14 puntos y 4 asistencias, con Gay y Mayo a su estela.
Llegó el tercer cuarto y más de lo mismo. Conley entró en locura triplista y su éxtasis anotador terminó por derrumbar a Clippers. Hasta 4 triples de 4 intentos metió el base en este tercer cuarto para situar a los suyos con ventajas privilegiadas. Los locales llegaron a acumular una ventaja salvaje, Paul recibió una técnica, la técnica de la impotencia y el tercer acto acabó con los Grizzlies 21 arriba.
Y todo siguió igual en la continuación hasta que Memphis desconectó, pero por completo. Fue a 8 minutos del final y ganaban los locales 95-71. Una distancia insalvable para los californianos. O eso creíamos todos, menos Del Negro y los suyos.
Aparecieron jugadores como Nick Young, Eric Bledsoe y Reggie Evans para sacar las castañas del fuego a los suyos, mejoraron Paul y Griffin, la defensa visitante subió varios escalones y el ataque local encalló. Parcial de 1-26 que finalmente se extendió a 3-28 y victoria visitante. Fundamentales los 3 triples en ese parcial de Young. Una canasta de Evans adelantaba por fin a Clippers 96-97 con 50 segundos por dirimir. Entonces, Rudy Gay reaccionó con una cesta. No fue suficiente: 2 tiros libres de Paul y el fallo final del propio Gay a 0,9 segundos del final dieron la victoria a Clippers. Aquello fue el acabose.
Parcial del cuarto final: 13-35. De los últimos 8 minutos de partido: 3-28. Nick Young acababa con 19 puntos en 24 minutos, Griffin sumaba 17 y 7 rebotes, Paul hizo 14 tantos y 11 asistencias y Reggie Evans capturaba 13 rebotes. Butler, que hizo una buena primera parte, se fracturó la mano en la segunda.
Al otro lado, un equipo hundido con un Hollins especialmente espeso en los últimos minutos, como sus hombres que metieron 11 de 16 triples para nada. Gay hizo 19 puntos, Conley 17 con 8 asistencias y 5 de 5 triples, Mayo, otros 17 puntos con 4 triples y Gasol terminó con 14 puntos, 4 rebotes y 6 pases de canasta. El español metió 14 puntos en la primera parte y 0 en la segunda, un auténtico termómetro de lo que le pasó al equipo.
Atlanta 83 Boston 74 (1-0)
Los Celtics terminaron perdiendo el partido en el Philips Arena y podrían haber perdido algo más, ya que a 41 segundos del final fue expulsado Rajon Rondo, que podría ser sancionado con alguna severidad.
Atlanta ganaba 78-74 y el balón parecía estar vivo, con varios jugadores arrojándose al suelo a por él. Era un momento decisivo que acabó en 'tragedia' para los Celtics. A Rondo no le gustó la decisión de uno de los árbitros, se encaró con él y cuando le estaban pitando una técnica golpeó con su pecho ligeramente al colegiado. Un toque sin violencia que le puede costar caro.
Antes de eso, Rondo había sido el mejor de los suyos junto a Garnett en un partido en el que a Boston le pesó su mal inicio y su horrible desempeño desde el triple: 0 de 11. Los célticos llegaron a ir 19 abajo en la primera parte, pero consiguieron recomponerse para llegar con ciertas opciones al último minuto de partido.
Atlanta fue, sin embargo, mejor en un encuentro defensivo, con pocos guiños a la galería, muy de playoff. Fue un choque de bajos porcentajes y duras defensas en el que Josh Smith sobresalió con claridad con sus 22 puntos, 18 rebotes y 4 asistencias. Jeff Teague metió 15 unidades y Hinrich y Joe Johnson también hicieron dobles dígitos, aunque Joe Johnson desde el desastre.
Un punto neutro del partido fue la anulación mutua de dos estrellas. Joe Johnson hizo un 3 de 15 en el tiro con 0 de 9 triples y Paul Pierce se quedó en 5 de 19 en el lanzamiento con 0 de 6 triples. Dos buenos defensores que anularon sus encantos ofensivos.
En Boston, 20 puntos, 11 asistencias, 4 robos y sólo 1 pérdida del expulsado Rondo y 20 tantos y 12 rebotes de Garnett. Bass y Bradley bajaron su nivel, Pierce estuvo mal en ataque y los suplentes sólo anotaron 4 puntos, es decir, contribuyeron bien poco, salvo Stiemsma en el rebote.