Los Grizzlies siguen a un ritmo imparable. Esta vez su víctima fue Los Angeles Clippers, el equipo de Chris Paul y Blake Griffin. En esta ocasión, el líder de Memphis fue Marc Gasol, que acabó con 18 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias.
Mientras, los Spurs vieron cómo se cortaba su racha de 11 triunfos consecutivos. Fue en Salt Lake City y la explicación de la derrota es bien sencilla: Gregg Popovich premió a sus estrellas con un descanso. No jugaron Tim Duncan, Manu Ginóbili y Tony Parker. Palabras mayores. Aún así, el equipo luchó por el triunfo con dos ex ACB como máximos anotadores: Tiago Splitter y Gary Neal.
El puertorriqueño José Juan Barea metió 16 puntos, pero se fue infeliz de la cancha porque su equipo, Minnesota, rozó el ridículo en casa ante unos muy buenos Suns de Phoenix en los que brilló el novato Markieff Morris.
Memphis 94 L.A. Clippers 85
Viento en popa a toda vela. Ése debe de ser el lema de unos Grizzlies que no dejan de avanzar, y a pasos agigantados. El equipo que dirige Lionel Hollins ha ganado 8 de sus 10 últimos partidos, que no fueron precisamente ante equipos sencillos. Entre sus víctimas, Lakers, OKC, Miami, Dallas y Clippers, estos 3 últimos de forma consecutiva. La 'creme de la creme' de la liga. Nivel apoteósico.
El equipo está jugando en clave colectiva, de forma coral, y su defensa se ha situado en unos parámetros de excelencia. En los 3 últimos partidos, ni Miami (82), ni Dallas (89), ni Clippers (85) llegaron a 90 tantos. Y todo ello sin su mejor defensor, Tony Allen, en juego.
Cada día, un jugador distinto puede liderar al equipo. Anoche fue Marc Gasol, que estuvo inmenso y coqueteó con el triple-doble: 18 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias. El español estuvo estupendo en los 34 minutos que vio cancha y puso 2 tapones. Tras su estela, Rudy Gay con 16 puntos, Zach Randolph con un doble doble y Conley, Speights y Mayo con buenas aportaciones. Esta vez no se precisó de un buen Arenas.
Otra vez Memphis volvió a defender de forma increíble y otra vez manejó muy bien su ventaja, aunque en un momento dado pudiera surgir la duda, ya que de dominar por 17 puntos llegó a ganar por sólo 3 a 55 segundos del final (86-83). Pero nadie en el equipo se inquietó.
Los Clippers anduvieron a remolque y no encontraron su lugar en ataque. Chris Paul hizo 21 puntos y Blake Griffin añadió 19, pero los dos estuvieron bajo control. Muy buen partido de DeAndre Jordan -14 puntos y 14 rebotes-, lo que es noticia, y bien nuevamente Eric Bledsoe. En el lado negativo, el mal partido de Kenyon Martin, el muy mal partido de Randy Foye y el horrible partido de Nick Young.
Minnesota 90 Phoenix 114
Jugaban en el Target Center un equipo a la baja contra un equipo al alza y se cumplió el pronóstico y ganó el segundo, si bien lo hizo por una diferencia completamente inesperada.
Los T-Wolves se hunden por momentos. No estaba en sus planes perder por 24 en casa ante los Suns, pero es que la sombra de Rubio, unida a la de Ridnour, es bien alargada.
Al descanso, con 45-53 en el marcador, nadie presagiaba una debacle semejante, pero el desastre llegó a base de inhibición en el trabajo defensivo. Minny recibió 61 puntos en la segunda parte y se vino abajo según los Suns esbozaban la sonrisa del equipo que va a más, ya se ha colocado con un balance de 30-27 y anda a un paso de los puestos de playoff.
Phoenix metió el 57,3% de sus tiros para 114 puntos y el novato Markieff Morris fue su mejor artillero con 21 puntos. Shannon Brown hizo 17 más 7 rebotes y Sebastian Talfair contribuyó con 14 y 7 pases de canasta. Ni siquiera necesitó Gentry el esfuerzo de jugadores como Nash, Dudley o Gortat, jugador que junto a Frye tuvo problemas de personales durante el partido.
En el desastre local, Kevin Love evitó el abandono e hizo 25 puntos y 13 rebotes a su aire, tirando mal eso sí. También se libró de la crítica, en parte, José Juan Barea, autor de 16 puntos, 5 asistencias y 3 rebotes en 32 minutos. Además, Derrick Williams mejoró, lo que no era muy complicado viendo sus últimos partidos.
San Antonio acaba perdiendo
Se truncó la fantástica racha de victorias consecutivas de San Antonio, tantas como 11. Se truncó en el estado de Utah. Ganaron los Jazz 91-84. Y no pasó nada.
Podría sorprender una derrota ante los Jazz, por mucho que el equipo mormón anda en forma, pero no hubo tal sorpresa. Porque Popovich creyó oportuno echar el freno, premiar a sus estrellas por el gran trabajo realizado, darles descanso, un respiro de cara a esta recta final. Y llevó al extremo ese ideario: no jugaron ni Duncan, ni Ginóbili, ni Parker. Sólo un entrenador con la personalidad y el crédito de Popo puede tomar este tipo de decisiones y sobrevivir sin ningún problema.
Los Spurs salieron a pista con un quinteto integrado por Mills, Green, Jackson, Diaw y Blair y, aún así, estuvieron en el partido hasta el último cuarto con dos ex ACB, Splitter y Neal, como máximos encestadores con 14 puntos. Blair estuvo bien e hizo 13 y 8 rebotes en 22 minutos. Eso sí, la brutal producción ofensiva del equipo desapareció de un plumazo sin sus 3 estrellas. Lógico.
Utah Jazz, un equipo que lucha por playoffs, no desaprovechó el regalo. Devin Harris sigue mejorando y anoche logró 25 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. 18 y 10 rebotes hizo Millsap y 16 Hayward.