El armador titular de los Rockets de Houston, Kyle Lowry, lleva varios días ingresado en un hospital de Nueva York al que llegó aquejado de un cuadro de fiebre alta y dolor abdominal, aunque parece que su estado ha mejorado en las últimas horas.
Lowry llegó a Nueva York con el resto del equipo para enfrentarse a los Nets tras haber jugado el pasado miércoles en Toronto, pero no llegó a participar en el partido disputado este sábado ya que la víspera tuvo que ser ingresado en un centro hospitalario.
El jugador se había quejado en los días anteriores de molestias abdominales, unas molestias que fueron creciendo al tiempo que lo hacía su temperatura corporal. Finalmente, dados sus síntomas y, sobre todo, la elevada fiebre que presentaba, los médicos decidieron que permaneciera hospitalizado para realizarle diversas pruebas y mantener controlado su estado.
Según las últimas informaciones que llegan del equipo, al jugador se le ha diagnosticado una infección bacteriana que le obligará a descansar entre 2 y 4 semanas. La fiebre ha remitido algo en las últimas horas y se espera que reciba el alta médica en el hospital este martes para poder regresar a Houston y proseguir allí su convalecencia.