Los aficionados de los Nets pudieron vivir ayer el esperado regreso de uno de sus jugadores más importantes, el pívot Brook Lopez, que aún no había podido jugar esta temporada. Con su vuelta, todos esperan que mejore el equipo, hundido en la clasificación.
Lopez no había podido jugar en los 32 primeros partidos de la temporada tras lesionarse apenas 3 días antes de iniciarse la misma. Sufrió una fractura por estrés en el pie derecho, una lesión delicada de la que parece haberse recuperado plenamente en un plazo relativamente breve.
Anoche se vistió de corto por primera vez para enfrentarse a los Bucks de Milwaukee y aunque se le vio muy lejos de estar en plena forma, sólo pudo jugar algo más de 20 minutos por el cansancio, y falto de ritmo y soltura, como es lógico en cualquier jugador tras una larga ausencia, todos esperan que su presencia pueda ayudar a mejorar el escaso 9-24 que presentan actualmente los Nets como récord de victorias y derrotas.
Saltó con el quinteto titular y anotó su primera canasta cuando se habían jugado 1 minuto y 41 segundos de partido. A partir de ahí, más errores que aciertos, erró 6 de sus 7 primeros tiros libres y anotó sólo 2 de los 7 tiros de campo que intentó. Terminó con 9 puntos y 2 rebotes y viendo los minutos finales del partido, que su equipo perdió por 85 a 92, desde el banquillo.
Su rendimiento mejorará a buen seguro a medida que vaya tomando parte en más partidos y de que demuestre que sigue siendo el Brook Lopez del año pasado, dependerá probablemente el que su equipo vuelva a reactivar sus intentos para que forme parte de un intercambio con los Magic que haga llegar a Dwight Howard a Nueva Jersey.