Partido muy esperado en Memphis por los aficionados hispanos el que enfrentaba al equipo local, con Marc Gasol en sus filas, y a Minnesota, con Ricky Rubio y José Juan Barea en las suyas. Al final, las expectativas se truncaron porque el partido no fue brillante.
Rubio firmó una de sus peores actuaciones de la temporada y sólo dio 1 asistencia en 28 minutos, Marc Gasol ofreció una correcta actuación sin estridencias (12 puntos y 8 rebotes) y fue finalmente José Juan Barea el que llevó a cabo el mejor partido de todos y uno de sus mejores desde que está en Minnesota: 17 puntos en 23 minutos. El triunfo fue para Memphis por 85-80.
Pero si escueto fue el marcador en Memphis, más aún lo fue el ataque de los Hornets, que perdieron 67-90 ante Chicago en un partido sin historia. Ariza y Ayón volvieron a ser titulares, aunque no brillaron, y Greivis Vásquez perdió dicha condición al regresar Jarrett Jack, que no le hizo ningún bien a su equipo, porque Jack estuvo muy flojo y el venezolano perdió el impulso que tenía.
Además, ya sin hispanos, Orlando ganó el duelo de Florida a Miami a partir de la superioridad de Dwight Howard (25 puntos y 24 rebotes) y un bombardeo de triples inmisericorde (17 de 42) y Cleveland sorprendió a los Clippers. A última hora no pudo jugar el novato Irving y, cosas de la vida, su sustituto hizo 24 puntos y 13 rebotes. Se convirtió así Ramon Sessions en el héroe local. Mientras, en los Clippers debutó Kenyon Martin.
Memphis 85 Minnesota 80
No fue el partido de Marc Gasol (12 puntos, 8 rebotes y 3 tapones en 29 minutos con 4 de 13 en el tiro), que estuvo correcto a secas, pero mucho menos lo fue de Ricky Rubio, que se desinfló con 4 puntos, 7 rebotes, un 1 de 6 en el tiro y, lo que es más llamativo, 1 asistencia en 28 minutos. Su equipo lo notó, y mucho. Al final, el mejor hispano fue José Juan Barea, brillante con 17 tantos, 6 asistencias y 2 robos en 23 minutos, en plan microondas, con un buen 3 de 6 en el triple. Incisivo, pero solo. Fue el máximo encestador visitante en un partido en el que los hombres bajos de los Wolves no estuvieron.
El mejor ejemplo fue la pareja Rubio-Ridnour, que sumó 6 puntos en 50 minutos con 2 de 14 en el tiro de campo y sólo 4 asistencias. A ello hay que añadir que no estaba Love, que terminaba su sanción de 2 partidos, y que Pekovic se topó en ataque con Gasol -en labores defensivas sí que mostró poder el español-. De este modo, el ataque quedó en manos de Barea, Beasley y Derrick Williams, pero sin mucha convicción.
Memphis, mientras, viendo que tampoco tenía una noche agraciada en la ofensiva se dedicó a defender, y lo hizo con constancia. Dejó a su rival en 34 puntos al descanso (44-34) y afrontó el último cuarto 12 puntos arriba, una ventaja que nunca llegó a peligrar, porque el resultado apretado es más bien engañoso.
En un partido poco lucido y con pocos guiños para el espectador, Rudy Gay fue el mejor anotador local con 19 puntos, a los que añadió 9 rebotes y 3 robos, aunque el factor clave fue Pondexter, titular por la baja de Tony Allen. Pondexter metió 17 tantos, mientras que los tableros fueron dominados por Speights, 15 rebotes. Pondexter y Speights, los dos últimos llegados al equipo, como elementos claves. Dante Cunningham aportó bastante desde el banquillo, Gasol también contribuyó lo suyo aunque no estuviera en plan estrella y el que no hizo casi nada fue Conley, que se quedó en 2 puntos. Con este resultado, Memphis y Minnesota está empatados en el Oeste. Ambos acumulan un 50% de victorias con los mismos partidos disputados. Sus balances: 13-13.
New Orleans 67 Chicago 90
En el New Orleans Arena se celebraba la Noche de los 80 (momento vintage), pero los Hornets, obligados por los Bulls, se tuvieron que quedar en la pugna Beattles-Rolling de los 60. Y es que hicieron 67 puntos en todo el partido, una cifra ridícula que les llevó a la derrota.
La ofensiva local fue un cuadro. Volvió al equipo el recuperado Jarrett Jack, que no sólo no aportó nada, sino que envió a la suplencia a un Greivis Vásquez que perdió su estado de gracia (5 puntos y 4 asistencias en 20 minutos fueron sus números). Los que sí fueron titulares fueron Trevor Ariza (6 tantos, 6 rebotes y 4 asistencias en 38 minutos) y Gustavo Ayón -6 puntos, 3 rebotes y 2 pases de canasta en la mitad, 19-, pero ninguno destacó. En realidad, en el equipo local, que ya acumula 13 derrotas en los 15 partidos jugados en casa, nadie brilló salvo Kaman, autor de 17 puntos, 9 rebotes y 3 tapones. El resto anduvo perdido. New Orleans anotó un solo triple, robó 3 balones mientras perdía 18 y vivió una noche de pesadilla frente a la armada y más que solvente defensa de Thibodeau y los suyos.
Chicago se paseó en Nueva Orleans. Defendió a lo grande (46-70 fue el parcial de los 3 primeros cuartos) y nuevamente se permitió el lujo de emborronar las estadísticas medias de Rose porque el base visitante se pasó buena parte del encuentro descansando. Sólo jugó 22 minutos Rose. En Chicago, que ya suma un 22-6, Boozer metió 18 puntos, Noah 13 con 10 rebotes y Taj Gibson, Korver y el turco Asik cumplieron sobradamente desde la banca.
Ganan Orlando y Cleveland
Orlando ganó con todo merecimiento a Miami por 102-89 tras dominar todo el partido y llegar a dominar por casi una veintena de puntos. Dwight Howard fue demasiado para unos Heat que no tienen ningún tipo de antídoto, ni de lejos, contra él. El hercúleo pívot desequilibró el partido en dos aspectos: en la zona fue el dueño (25 puntos, 24 rebotes y hasta metió 7 de 10 tiros libres) y la atención prestada en ayudas a su persona la aprovecharon sus compañeros para bombardear sin compasión desde el triple. Orlando tiró nada menos que 44 ceces de 3 y metió 17. El rey fue Ryan Anderson, que metió todos sus triples, 5, en la primera parte y acabó el partido con 27 puntos y 11 rebotes. Otros 6 compañeros de Anderson metieron, al menos, un triple.
En Miami, sólo dos hombres en pista: Wade, que hizo 33 puntos y 3 tapones, y James, que añadió 17 con 10 asistencias y 3 robos. El resto del equipo poco ayudó. Momento clave del desenlace fue el tercer cuarto, cuando los Heat se atascaron de tal modo que sólo anotaron 11 puntos.
En Cleveland, mientras, los Cavs sorprendieron 99-92 a los Clippers a pesar de quedarse poco antes del partido sin su novato estrella Kyrie Irving. Lejos de ser una desgracia, fue una bendición. Cosas de la vida. Porque su sustituto en el cinco inicial, Ramon Sessions, se salió con 24 puntos y 13 rebotes, siendo el principal valedor del triunfo junto a Jamison, que hizo 27 puntos y 8 rebotes. El Quicken Loans Arena vibró con el triunfo, al que también aportaron su granito de arena Daniel Gibson, que regresaba tras su infección en el cuello, y Anderson Varejao. El primero hizo 17 puntos y el segundo se fue a 15 con 11 capturas en los aros.
En los Clippers debutó Kenyon Martin (6 puntos, 4 rebotes y 2 tapones en 20 minutos) y brilló sobremanera Blake Griffin, que logró 25 puntos y 15 rebotes y sorprendió desde los libres, desde donde casi alcanzó la perfección (9 de 10). Caron Butler sumó 21 puntos, Chris Paul 16 con 12 pases de canasta y Randy Foye sustituyó al lesionado Billups y lo hizo bien.