La vida ofrece contrastes muy duros de aceptar. Mientras la ciudad de Nueva York celebra a lo grande el triunfo anoche en la Super Bowl de los Giants, una de las grandes figuras de su equipo de baloncesto, Amare Stoudemire, está inmersa en una dolorosa tragedia personal.
Porque hoy lunes el ala-pívot de los Knicks ha recibido un auténtico mazazo al conocer el fallecimiento de su hermano mayor, Hazell, de solo 35 años de edad. Ha sido en un accidente de tráfico sufrido en Florida, según informa TMZ. La felicidad neoyorquina por la victoria ante los Patriots no tiene cabida en la familia Knick.
Hazell, al que se ha podido ver más de una vez asistiendo a los partidos de su hermano, murió en el acto cuando el vehículo que conducía a gran velocidad se empotró violentamente contra la parte trasera del remolque de un camión. Según las primeras informaciones, no llevaba puesto el cinturón de seguridad, lo que habría facilitado el trágico desenlace. Fue en la Ruta 27, en Lake Wales.
Amare Stoudemire ha volado hacia Florida para unirse a su familia. No jugará hoy en el Madison ante Utah y no se sabe cuándo se reintegrará a su equipo, que juega el miércoles en Washington.