Jeremy Lin ha causado auténtica sensación. En sus 7 primeros partidos como titular en la NBA, vistiendo la elástica de los Knicks, promedia 24,6 puntos, 8,9 asistencias y 1,9 robos de balón. Pero tiene un talón de Aquiles importante: las pérdidas de balón.
El base de los Knicks bate registros históricos de pérdidas de posesión. Nunca antes en la historia de la NBA, desde que se contabilizan las pérdidas -temporada 77-78-, un jugador había perdido tantos balones en sus primeros 7 partidos como titular. El jugador de origen taiwanés acumula 45 extravíos de bola, es decir, su promedio alcanza las 6,4 por partido. Un auténtico desastre.
Lin ha batido ese registro histórico negativo que estaba en poder de Glenn Robinson, que dejó escapar en sus primeros 7 encuentros como titular 38 balones. Le siguen en esta tabla para el olvido: Mitch Richmond y Jerry Stackhouse con 35 y Allen Iverson con 34.
El descontrol a la hora de abordar el cuidado del balón llegó a la máxima expresión en Lin en la derrota de anoche ante los Hornets cuando perdió 9 balones.
El armador formado en Harvard, de 23 años, ha revolucionado con su presencia a los Knicks y se ha convertido en una auténtica estrella mediática en un abrir y cerrar de ojos. Pero no es perfecto, claro. Algún defecto tenía que tener.