Los peores presagios se han cumplido. La resonancia magnética a la que ha sido sometido el tobillo lesionado de Andrew Bogut han revelado que el daño tiene un mayor alcance del que se había imaginado en un primer momento. Su baja es de carácter indefinido.
Lo es porque el tobillo izquierdo lesionado en el partido que anoche disputaron Houston y Milwaukee no sufre un esguince, sino que está fracturado. Una fractura de tobillo que ha llenado de desazón a una afición habituada a ver cómo uno de sus pilares, el jugador que fuera número 1 del Draft 2005, se pasa demasiado tiempo en el dique seco.
En el pasado, Bogut ya se perdió bastantes partidos por culpa de problemas en la espalda y en abril de 2010 el pívot australiano de los Bucks sufrió una espeluznante caída que le llevó al hospital y a una larguísima convalecencia tras destrozarse la muñeca, el codo y la mano derecha.
El jugador ha agradecido el apoyo de los aficionados y ha asegurado que volverá con más fuerza. Porque si de algo no se puede dudar es del espíritu de superación de un jugador al que las lesiones le han impedido progresar como se esperaba. De hecho, en la presente temporada ya se perdió algunos partidos por problemas físicos y otros porque tuvo que viajar a Australia por razones personales. Hasta la fecha el 2,13 australiano de 27 años promediaba 11,3 puntos y 8,3 rebotes. Había jugado 12 partidos de los 17 disputados por su equipo.