Los Lakers de Mike Brown no terminan de funcionar y el español Pau Gasol no termina de verse cómodo en el sistema de su nuevo técnico. La pretemporada no empezó ya bien para Pau que no fue traspasado a Houston de milagro y la temporada tampoco parece feliz.
El partido ante Indiana en el Staples parece haber sido la gota que ha colmado a Gasol, que se vio siempre muy lejos del aro, obligado a hacer tiros lejanos de bajo rendimiento para un 7 pies. Y eso cuando tiene opción, porque en toda la segunda parte sólo lanzó 2 veces a canasta. Eso hizo que su juego fuera más el de un base alto que el de un hombre interior. Viendo la situación se dedicó a pasar y terminó con 10 asistencias.
Al final del choque, el de Sant Boi se expresaba con claridad en la ESPN: "Me gustaría estar un poco más dentro... en la segunda parte no tuve opción de atacar desde el poste y por eso me dediqué a asistir".
La imagen era clara. En la segunda mitad, el 4 veces All-Star perdió gran parte de su energía haciendo bloqueos y más bloqueos a sus compañeros a 5 metros del aro, especialmente a Kobe Bryant, que se benefició mucho del trabajo de Gasol, al igual que lo hizo Bynum, que apenas tuvo que hacer el trabajo sucio de bloquear y reservó su energía para recibir balones al poste y jugar cerca del aro. Una táctica que, sin duda, debió frustrar mucho al internacional español, que se siente en tierra de nadie: Bryant es la opción exterior, Bynum la interior y él está en medio.
El español lleva el peor promedio de puntos de su carrera (15,8) y en los 18 encuentros disputados ha lanzado una media de casi 13 tiros por partido, que no son demasiados, pero lo peor es desde dónde lanza esos tiros. Ese juego tan lejano al aro explica el por qué Gasol está yendo tan poco a la línea de tiros libres: 3,3 veces por encuentro. Una media ridícula.