El base español de los Timberwolves Ricky Rubio está siendo una de las sensaciones de este comienzo de temporada y ha sorprendido positivamente a muchos, entre otros a su propio entrenador, Rick Adelman. Aun así, el técnico de Minnesota cree que hay que ser cautos.
A Adelman no parece gustarle mucho el exceso de atención sobre Rubio que están generando los medios, especialmente por la presión que puede suponer para un jugador tan joven, aunque él mismo elogia la capacidad del base para no dejarse arrastrar por los elogios.
El veterano entrenador de los Wolves no cree que sean buenas las comparaciones que tanto gusta hacer una y otra vez a los medios. “No, no, ni de cerca”, respondía Adelman de forma enfática al ser preguntado por si veía parecido entre Ricky y el mítico Pete Maravich.
Adelman no cree que las comparaciones sean buenas. “Pienso que nos creamos un problema en esta liga con la insistencia en intentar convertir a los jugadores en alguien que queremos que sea, en vez de dejarles ser ellos mismos”, razonaba ayer el técnico.
“Él es un buen jugador joven que tiene la oportunidad de tener un muy buen futuro”, afirma Adelman sobre Ricky, “pero a veces la gente intenta hacer de él algo que ahora mismo no es. Dejémosle progresar y por ahora lo está haciendo muy bien”.
Por encima de sus expectativas
El entrenador de los Wolves se muestra muy satisfecho de lo que ha podido ver hasta ahora en Ricky y no duda en afirmar que “está siendo mejor de lo que creía que iba a ser”, pero también es consciente de que, pese a su experiencia como profesional, es un jugador joven adaptándose a un liga completamente distinta y al que, por lo tanto, le queda aún mucho que aprender y que demostrar.
Adelman cree que Ricky “tiene un don”, que no es otro que su capacidad de pase y su visión de juego, algo que “realmente nos ha hecho cambiar y simplificar las cosas que hacemos para, simplemente, dejar el balón en sus manos”.
“Tienes que darle libertad y dejarle hacer, porque tiene esa habilidad.”, dice Adelman, “Pero creo que probablemente lo que más me gusta de él es que es un competidor. No retrocede ante nadie. Recibe mucha atención, pero se mantiene equilibrado.”
Todo ello hace que Adelman esté encantado con el que es ya su base titular, pero el técnico lleva demasiados años en la liga para dejarse deslumbrar por los focos. Sabe que Ricky pasará por altos y bajos y que lo que pueda ser en la NBA lo dictará el tiempo y la pista. Hasta entonces, Rubio lo único que tiene que hacer es trabajar para mejorar y, sobre todo, ser él, por mucho que algunos se empeñen en que sea otro.