Todavía colea el anómalo final de partido que se vivió el jueves en el encuentro entre Western Kentucky y Louisiana-Lafayette de la NCAA. Ganaron los segundos gracias a una canasta anotada a 3 segundos del final de una forma irregular que pocas veces ocurre en una cancha.
Se jugaba la prórroga del partido, que había llegado al final de su tiempo reglamentario con empate a 62. En el tiempo extra, con el marcador igualado a 70, hubo un tiempo muerto. De ese tiempo muerto salieron los 2 equipos dispuestos a afrontar la jugada crucial. Lafayette vestía de rojo y Western Kentucky de blanco. Se inició el juego y la jugada concluyó con una cesta decisiva de Elfrid Payton a 3 segundos del final, canasta que dio la victoria al conjunto de Louisiana ante las protestas de público y banquillo perdedor.
No era para menos, Louisiana-Lafayette había afrontado esa jugada decisiva con 6 jugadores en cancha y esa superioridad numérica de 6 contra 5 resultó clave en que pudiera anotar la canasta. Los árbitros ni siquiera anularon la acción. La dieron por válida ante la protesta del entrenador de Western Kentucky, Ken McDonald, que no podía creer lo que estaba ocurriendo. Su equipo había perdido 70-72 de forma injusta. Sin embargo, llama la atención la tímida y educada protesta por parte de los perjudicados, que en ningún caso llegó a ser agresiva.
Ahora, se da por hecho que los árbitros serán sancionados con dureza. Debería ser así. Se trata de los colegiados Roger Ayers, Reinaldo Acosta y Brad Gaston.
Por de pronto, el técnico perdedor, Ken McDonald, es el primer damnificado por la situación, ya que ha sido despedido por su universidad. La derrota ha dejado a Western Kentucky con un balance horrible de 5-11. A McDonald ya no le servirá de nada si al final se revisa el resultado del encuentro.
Los polémicos últimos segundos del partido entre Louisiana-Lafayette y Western Kentucky.