El argentino Andrés Nocioni ha asegurado en una entrevista televisiva que los Sixers de Filadelfia le comunicaron antes del verano que no entraba en los planes del equipo y que, probablemente, buscarían traspasarle a algún otro conjunto.
En la entrevista mantenida con el jugador en el programa SportsCenter de la edición en español de ESPN, el ‘Chapu’ afirma que su deseo sería volver a Filadelfia y cumplir el que probablemente sea su último año de contrato, dando por sentado que no se ejecutará la opción de equipo existente para la siguiente temporada, pero la franquicia le dejó claro que sus planes iban en otra dirección y él no entraba en ellos.
“Tengo ganas de volver, pero ellos me han hablado de llegar a algún acuerdo”, un acuerdo que, en principio, tendría forma de traspaso, aunque no es descartable un acuerdo de rescisión o incluso la aplicación de la cláusula de amnistía que parece haberse negociado para el futuro convenio.
El argentino entiende la posición del equipo y agradece el hecho de que sus responsables le hayan comunicado con antelación sus intenciones, pero lo cierto es que todo esto añade aún más incertidumbre a su futuro, más teniendo en cuenta que los Sixers han cambiado de propietario y directivos este verano, unos directivos con los que no puede hablar debido a las restricciones del cierre patronal, por lo que desconoce si mantienen las mismas intenciones que sus predecesores.
No tiene pensado jugar fuera de la NBA
Esta situación también ha echado para atrás al veterano internacional argentino a la hora de considerar las ofertas que le han llegado para jugar en Argentina o Europa mientras dura el parón y es que Nocioni teme que si tiene cualquier problema físico, la situación pueda ser aprovechada por la franquicia para rescindir lo que queda de su contrato.
Por ahora, se mantiene en forma entrenando en Mar del Plata con el conjunto del Peñarol, para lo cual se ha trasladado estos días a casa del también internacional argentino Leo Gutiérrez a quien considera “su mejor amigo dentro y fuera del básquet”.
Desde allí, sigue a la espera de la resolución del conflicto laboral –“no creo que no haya liga”-, un conflicto que sigue por los medios, los correos que le llegan desde el sindicato de jugadores y, sobre todo, por las frecuentes conversaciones que mantiene con su agente y que espera que “se resuelva por el bien del básquet”.